Ciudad de México, 25 ago. (AMEXI).- La reforma al Poder Judicial es un engaño, llevará al país a un régimen autoritario, no mejora el sistema de justicia, y es un gran error, sostuvo el diputado del PRI, Rubén Moreira Valdez.
Ello, explicó, por no dimensionar con estudios el alcance de llevar a la elección a jueces, ministros y magistrados, ya sean de circuito, distritales, locales o federales, sin saber cómo instrumentarla.
En su programa “Con Peras, Manzanas y Naranjas”, el legislador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) señaló que en Morena hay una clara intención por terminar con la democracia y el federalismo. Sus prácticas, dijo, nos recuerdan a los conservadores del siglo XIX.
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La reforma no es de carácter popular, tampoco democrática, y los pobres serán los primeros afectados cuando no tengan jueces que respeten los derechos humanos. «Van a regresar los tiempos de la tortura y los delitos fabricados», expuso el coahuilense.
El legislador priista sostuvo que es una reforma orgánica al Poder Judicial, porque no está enfocada a la impartición de justicia, va a estropear las cosas buenas que se tienen, no arreglará las malas y es contradictoria a la tradición jurídica.
Dijo que es falso que la gente elegirá, pues serán el Ejecutivo y el Legislativo, donde predomina el partido oficial, quienes dirán quienes estarán en las boletas, de las que no tendrán una valoración seria del número que se requerirá para seleccionar a ministros, jueces de distrito, magistrados, magistrados de alzada, de apelaciones, magistrados de circuitos estatales, jueces estatales, entre otros.
“Esto no va a funcionar y ustedes van a ser los responsables”, enfatizó, dirigiéndose a Morena y sus aliados, y manifestó que para estas decisiones es necesario analizarlas, pero no se hizo el estudio correspondiente, el Ejecutivo dio la instrucción y ahora no saben cómo instrumentarla.
Moreira Valdez comentó tuvo oportunidad de asistir a diferentes foros en la Barra Mexicana de Abogados, en la Escuela Libre de Derecho y en Campeche para escuchar a gente de ese gremio.
Añadió que en Campeche convivió con tres mujeres muy preparadas que llegaron a sus puestos por concurso, vio a magistrados y jueces, gente con maestrías y doctorados, sencillos y sin muestras ostentosas.