Mérida, 5 sep. (AMEXI).- Cada vez es más común que ancianos sufran soledad, abandono, hambre e injusticias, por lo cual es necesario apoyar y atender a ese sector de la población, señaló la madre Isabel, representante de la congregación Hermanitas de los Ancianos Desamparados, al anunciar que el 6 de octubre habrá una jornada de solidaridad y apoyo a ese sector de la población.
La monja advirtió que cada vez es más común que los ancianos, particularmente los padres, abuelos y vecinos, sean abandonados por sus familiares y que la sociedad sea indiferente a sus necesidades y demandas, por lo cual exhortó a los familiares a visitar a sus padres o abuelos, dedicarles un poco de tiempo y compañía, llevarles a los niños para que puedan convivir en familia.
Como representante del Asilo Brunet Celaraín, uno de los más antiguos de su tipo en la capital de Yucatán con 122 años de existencia, la monja informó que el domingo 6 de octubre habrá un encuentro gastronómico acompañado de diversas amenidades con el objetivo de recaudar fondos para ayudar a los mayores de edad que tienen a su cargo.
Madre Isabel comentó que el asilo opera al día con generosidad y ayuda desinteresada hacia las personas de edad avanzada, de condición marginal y bajos recursos económicos, muchas de ellas en condición de abandono. En la actualidad, allí reciben atención un total de 134 personas, la mayoría mujeres.
Corresponder a la atención recibida de niños
En entrevista, expresó su honda tristeza por el desinterés y la apatía hacia las personas de la tercera edad, ya que al asilo han llegado ancianos que deambulaban en la calle o vivían en sus domicilios enfermos, con hambre y en completa soledad.
Citó el caso de una paciente de edad avanzada que deambulaba en las calles de Mérida sin protección alguna, despojada por sus propios hijos de su casa, por lo que fue trasladada al Centro donde actualmente recibe atención.
Mencionó también el caso de un hombre que permaneció mucho tiempo solo en una hamaca, de tal forma que en su espalda tenía marcadas las estrías de la red.
Ante ello, llamó a evitar esta indolencia, a ser conscientes y corresponder al cuidado recibido cuando niños.
La religiosa aclaró que el asilo Celaraín no tiene pacientes de familias ricas o adineradas, subsiste gracias a las aportaciones económicas o en especie, a la ayuda desinteresada de quienes proveen incluso materiales para el mantenimiento y mejoras del inmueble, construido en once mil metros cuadrados en el Centro de la ciudad, explicó.
Con 35 años de experiencia en ayudar a ancianos en condiciones de marginación, la madre Isabel, nacida en Puerto Rico y misionera la mayor parte de su vida en centros de atención en España y Cuba, así como en localidades mexicanas como Guadalajara, Celaya y ahora Mérida, clamó mayor consideración a los ancianos.
Paellada, jaranas y trova para atender a sus ancianos
Respecto al evento del próximo seis de octubre, un convivio que denominó “Paellada”, mencionó que además de la tradicional paella, habrá cochinita pibil, pavo, pollo brujo, tacos al pastor, dulces y panes; esos alimentos se ofrecerán mientras presentan eventos artísticos como bailables, jaranas y música de trova, todo en convivencia con los ancianos.
Lo que se recaude será para brindar ayuda desinteresada a los pacientes que están en ese asilo de Mérida, dijo la monja, quien agradeció la ayuda que recibe el centro tanto económica como en especie o mediante la deducibilidad de impuestos.
En este sentido, llamó a los constructores a donar algo de cables de electricidad, ya que el asilo sufre continuas fallas en el suministro eléctrico, además de condiciones de humedad que hace precaria la estancia de los ancianos.
Además, invitó a los familiares a visitar a sus padres o abuelos, dedicarles un poco de tiempo y compañía, traer a los niños para que puedan convivir en familia. El asilo Brunet Celarain se encuentra en avenida Cupules 509 por Reforma, colonia Centro, está en redes sociales y su teléfono es 99 9925 0846.
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