Washington, 11 sep. (AMEXI).- En noventa minutos de debate cara a cara, la vicepresidenta Kamala Harris sacudió al ex presidente, Donald Trump y se mostró como opción real, viable y capaz a la Casa Blanca, en la recta final de la contienda electoral, a menos de dos meses de la elección presidencial en Estados Unidos.
Todos los expertos, incluidos republicanos serios, y las encuestas de opinión, consideraron a la candidata demócrata ganadora absoluta del debate del martes por la noche en el National Constitution Center en Filadelfia , Pennsylvania.
Ahora le tocará recorrer el país y convencer a indecisos de votar por ella el 5 de noviembre próximo, para darle una oportunidad a su programa de futuro y negarle a Trump un segundo mandato.
A pesar de su buen desempeño en el debate, mucha gente dijo a la prensa que sí bien se estableció como una aspirante seria, aún siguen sin saber bien a bien sus posiciones concretas en muchos temas relevantes.
La vicepresidenta dedicó gran parte de su participación a atacar a Trump, sus logros como presidente, sus mentiras constantes y a colocarle anzuelos para desestabilizarlo.
En cada una de esas trampas, Trump mordió el anzuelo y en vez de hablar de las principales debilidades del gobierno de Joe Biden y Harris, como migración e inflación, terminó por tratar de defenderse, en ocasiones con un visible enfado.
El éxito de Harris
Harris manejó el debate a su antojo, convirtiéndolo en un referéndum del primer mandato de Trump.
“Hablemos de lo que Trump nos heredó (….) el peor desempleo desde la Gran Depresión, la peor epidemia de salud pública en un siglo, el peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil”. destacó la vicepresidenta.
“Y lo que hemos estado haciendo es limpiar el tiradero que dejó Donald Trump”, precisó.
Harris fue particularmente efectiva en defender el derecho de la mujer al aborto, un tema al que Trump se opone y en el que ha vacilado durante años.
Fustigó al exmandatario republicano diciéndole que militares que trabajaron con él, consideran que es una “desgracia” y que su regreso a la Casa Blanca sería desastroso para el país.
Y le recordó que en muchos lugares del mundo, líderes serios lo consideran un hazme reír de la comunidad internacional, a quien es posible convencer y doblar con tan solo propinarle halagos.
La representante (diputada) demócrata por Texas, Verónica Escobar, indicó al final del debate que considera posible que los votantes indecisos estén ahora más abiertos a considerarla, pues el contraste de anoche “fue evidente”.
Kamala Harris “logró ocupar el espacio de ser vista como un agente de cambio y veremos si los votantes compran lo que vende cuando vayan a las urnas en ocho semanas”, afirma Matt Klotz, analista político, a una repetidora radial en Pennsylvania.
