Acapulco, Gro., 28 sep. (AMEXI).- Cuatro días de lluvias continuas bastaron para devastar Punta Diamante y, en particular, las 16 colonias ubicada en esa zona, como: La Colosio, Llano Grande y Puerto Márquez, donde el nivel del agua que registran las inundaciones rebasó los dos metros de altura en algunas áreas.
Sin embargo, Tláloc (el Dios de la lluvia y el relámpago en la cultura mexica) se apiadó de Acapulco y la tarde de ayer dejó de llover. Sin embargo, los acapulqueños no pueden bajar la guardia todavía, hasta que el Servicio Meteorológico Nacional informe que ya no lloverá en las próximas horas o días.
Con la disminución del nivel del agua comienza la búsqueda y reencuentro de familiares que vivieron días de angustia y pánico en los techos de sus casas, cuyas estructuras fueron devoradas por las fuertes precipitaciones pluviales registradas desde el pasado lunes, cuando el huracán John volvió a golpear las costas de Guerrero.
En busca de familiares y amigos
A bordo de motos acuáticas y vehículos anfibios de la Secretaría de Marina, decenas de personas se dieron a la tarea de rescatar a su parientes o amigos, quienes algunos de ellos presentaban ya síntomas de deshidratación y debilidad por falta de comida, pues llevaban tres días sin el vital líquido y alimentos.
Tras varias horas de llegar a las colonias afectadas, como la Colosio, ya que tenían que sortear toda clase de escombros y lodo, a lo largo de tres kilómetros de agua, muchos dieron con sus padres, hermanos, tíos, sobrinos, hijos, nietos y esposos o esposas, reencuentros por demás emotivos, porque estaban con vida.
Donde debían de circular automóviles, transitaban motos acuáticas de personas solidarias con sus hermanos en desgracia, quienes estallaban en llanto al ver que por fin llegaba la ayuda y terminaba su calvario, pero sobre todo el miedo de perder la vida, al igual que algunos de sus amigos, como ocurrió tras el paso del huracán Otis, hace casi un año.
Desafortunadamente estos momentos de felicidad contrastaron con el enojo e irritación de las personas que no resultaron tan afectadas por John, ya que al cesar las lluvias salieron de sus casas en busca de comida, pero se encontraron con el mismo panorama de hace 11 meses: Las tiendas estaban vacías por la rapiña.
Rapiña deja sin alimentos a damnificados
La señora Hortensia, de 65 años, no se cansaba de decir: «Esto no puede ser, por qué hacen eso, todos somos hermanos en desgracia y entran a robarse la comida que todos necesitamos. No puede ser, no puede ser».
En esta ocasión la ausencia de vigilancia por parte de la Guardia Nacional se justificó debido a que sus elementos se dieron a la tarea de rescatar y ayudar a los damnificados, cuya labor aún continúa y es reconocida por la población.
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Reclamo a Evelyn Salgado
Empero, la que no se salvó de las críticas del pueblo fue la gobernadora del estado, Evelyn Salgado, a quien le reclamaron que en lugar de hacer sus mini grabaciones en zonas que no fueron tan castigadas por el meteoro, a bordo de «camionetota, acompañada de su seguridad, debería estar con los damnificados».
«De qué nos sirve y qué aliento nos da verla bien maquillada, con su gorrita beisbolera de marca y acariciándose la cola de caballo para cuidar su look, si no está con las familias afectadas a quienes debe ayudar, y no posar para sus seguidores de redes sociales», fustigaron vecinos de las colonias golpeadas por John.
Tras el rescate y auxilio de los damnificados vendrá la evaluación de los daños que dejó el huracán John, siempre y cuando Tláloc se los permita y baje el nivel del agua.







