Tapachula, Chis., 05 oct.(AMEXI).- Ante el temor de ser atacados por grupos criminales o soldados, migrantes de diferentes nacionalidades decidieron viajar en caravanas, pues es más seguro.
Con el temor reflejado en sus rostros, por la masacre de indocumentados en la costa de Chipas, este sábado partió una nueva caravana de esta localidad hacia la Ciudad de México,
Hombres y mujeres en su mayoría de naciones centroamericanas están urgidos de abandonar el país, y poner a salvo “sus pellejos” para finalmente encontrar un relax en Estados Unidos, y a pesar de los riesgos que representan viajar por los estados del país, se arriesgaron caminar para alcanzar su meta.
Saben del peligro que ello representa, pues además exponen a los integrantes de sus familias que viajan con ellos, pues tienen la experiencia de otros extranjeros que recorren la carretera costera, que están expuestos a ser atropellados, sufrir asaltos, secuestros y vejaciones por parte de los agentes del Instituto Nacional de Migración (UNM).
La burocracia del INM para otorgar un permiso y poder viajar libremente por México, obliga a los migrantes a viajar en caravana hacia EU
En este sentido, Sebastián Coronado de Venezuela explicó que decidió acompañar a el resto de los migrantes, debido a que ha cumplido un mes y su cita para viajar libremente por territorio nacional, no se la han dado, dada la burocrática en el INM.
Dijo que, aunque les han ofrecido empleos, no hay estabilidad y el dinero que les pagan es poco, los cuales a penas les alcanza para subsistir, por lo que decidieron salir juntos en caravana, pues la única manera de llegar a su sueño de llegar a los Estados Unidos.
De acuerdo con versiones de agentes de migración, el grupo consta de unos 50 niños y 30 mujeres embarazadas y los hombres como cabeza de familia que protegen a los suyos.
Caminan personas de todas las edades y nacionalidades, todos decepcionados por la lentitud en la tramitología de sus documentos, “vengo todos los días, lo vuelvo a intentar para que me den una nueva cita, pero la espera ya rebasó todos sus límites de paciencia”, lo que los orilló abandonar Tapachula, explico Rolando Sánchez de Honduras.
Caminan en grupo no sólo por seguridad, sino también por falta de recursos
Con lo poco que tenemos, pudimos comprar lo necesario y emprender el viaje rumbo a “la libertad”, agregó el hondureño.
También las mujeres que van en la caravana se atreven hablar como Alejandra Bravo Santiesteban de Guatemala, quien argumentó que por la falta de recursos los llevó a tomar la decisión de marchar junto con el grupo de migrantes, porque estar en este lugar les representan gastos y dinero ya no tienen.
“No tenemos el presupuesto para viajar en autobús o en avión, por eso nos vamos caminando, caso contrario, sacaríamos la visa y viajaríamos de manera más segura, pero los que aquí caminos no tenemos otra opción», Alejandra originaria del vecino país de Guatemala.
“Caminamos en grupo para acompañarnos y protegernos de todos los riesgos, pero nuestro principal acompañante es Dios a que no hemos encomendado y recibir su bendición, pues sabemos del riesgo a que nos enfrentamos, pero la lentitud con que operan las autoridades del INM, no nos han dejado otra salida, enfatizo, Dolores García de Nicaragua.