Por Griselda Hernández.
Ciudad de México, 18 Oct (AMEXI).- La obra «La fábula del todo«, inspirada en el pensamiento del reconocido filósofo de la ciencia Doctor Ervin László, llega al escenario de la mano de la compañía Teatro de Ciertos Habitantes.
Escrita por Mónica Hoth y dirigida por Claudio Valdés Kuri, esta innovadora pieza teatral narra cómo una comunidad escolar utiliza conceptos de física cuántica, cosmología, biología y neurociencia para evitar el cierre de su escuela.
A través de esta historia, los espectadores son invitados a reflexionar sobre el poder de sus pensamientos y cómo estos pueden influir en el mundo que los rodea. La obra busca resonar profundamente con su audiencia. Según su creador,
“La obra está dedicada a todo el público, pero le hablamos principalmente a los jóvenes, ya que el pensamiento determina la manifestación material y no al revés. Normalmente pensamos en nuestro contexto o condición, la cual determina nuestro devenir. Así que queremos empoderar al público, pues todo empieza con el pensamiento.

Teatro, música y movimiento: Explorando el campo de información Universal en ‘La fábula del todo’
El montaje fusiona teatro, música y movimiento para revelar la existencia de un campo de información universal, un concepto innovador que aborda el origen de las manifestaciones físicas.
Esta obra no solo entretiene, sino que también integra la experiencia humana y la conciencia, invitando al público a explorar cómo estos elementos se entrelazan y afectan nuestra realidad. La propuesta artística busca estimular la reflexión sobre la conexión entre la conciencia y el mundo físico, ofreciendo una experiencia enriquecedora y transformadora.
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«Para Mónica Hoth, la coautora, fue un gran reto, pues no somos científicos. Primero, encontrar científicos que nos apoyaran; luego, comprender, seleccionar y hacerlo lo más atractivo posible. Ha sido fascinante porque un maestro, con su pizarrón y gis, ha sido capaz de transmitir todo un universo de conocimientos.
“Yo quiero que la gente salga de la obra sintiéndose poderosa y que lo que dicen tenga influencia; además, hay muchas claves gratificantes. El teatro tiene un poder de transformación único; confío en ello y lo he visto. El teatro tiene dos hemisferios: el racional y el emocional. Un discurso que abre esos dos hemisferios permite que la transformación de pequeños grupos sea muy poderosa”, finalizó.