Tuxtla Gutiérrez, Chis., 20 oct. (AMEXI).- Hace nueve años, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares al entonces párroco de Simojovel, Marcelo Pérez Pérez, por amenazas de muerte; sin embargo, ni una sola autoridad lo protegió, únicamente la Iglesia Católica, feligreses y organismos autónomos de derechos humanos, y aun con todo y eso, hoy lo ejecutaron.
“Tenemos medias cautelares otorgadas: sin embargo, es contradictorio que el Gobierno me proteja porque también me ha atacado una orden de aprehensión: entonces es contradictorio la forma de actuar de los gobiernos”, dijo el sacerdote el pasado 13 de septiembre durante una marcha en contra de la violencia e inseguridad en Chiapas.
Desde Progreso, Yucatán, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que el gobierno ya mantiene contacto con autoridades de la Iglesia Católica y se está investigando el asesinato de Marcelo Pérez, sacerdote de la Arquidiócesis de San Cristóbal de las Casas.
Por otro lado, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, perpetrado esta mañana en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, e instó a las autoridades a llevar a cabo una investigación pronta, exhaustiva y eficaz.
Las amenazas se intensificaron en los últimos años
De acuerdo con la información recabada por la ONU-DH, desde 2015, el Padre Marcelo era beneficiario de medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), debido al riesgo constante que enfrentaba su vida e integridad personal por su labor en defensa de los derechos humanos en Simojovel y otros lugares de Chiapas.
Diversas organizaciones nacionales e internacionales habían advertido públicamente sobre el creciente número de amenazas, agresiones y actos de criminalización en su contra, los cuales se intensificaron en los últimos años debido a su incansable trabajo en favor de la justicia y los derechos de los pueblos indígenas.
“El asesinato del Padre Marcelo es absolutamente inaceptable. Su labor era ampliamente reconocida por los pueblos indígenas en Chiapas, y también a nivel internacional. A pesar de contar con medidas de protección y de las constantes denuncias sobre las agresiones que enfrentaba, estas resultaron insuficientes para impedir su asesinato”, destacó Jesús Peña Palacios, representante Adjunto en México de la ONU-DH.
“El Padre Marcelo era un referente en la búsqueda de la paz, la verdad y la justicia para Chiapas; su pérdida es irreparable y nos reitera la necesidad de implementar medidas estructurales que cambien el contexto de violencia que sufren algunas regiones de Chiapas.”
Siete defensores han muerto este año
Desde 2017 hasta la fecha, la ONU-DH ha documentado al menos 134 asesinatos de personas defensoras de derechos humanos en posible relación con su labor. En lo que va de este año, al menos siete personas defensoras han sido asesinadas en México.
Condena de organizaciones
Organizaciones civiles y religiosas condenaron el asesinato del padre Marcelo en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, ocurrido la mañana de este domingo cuando salía de oficiar una misa en la parroquia de Cuxtitali.
La Conferencia de Episcopado Mexicano (CEM) aseguró que el homicidio del sacerdote de origen tsotsil “silencia una voz profética que incansablemente luchó por la paz con verdad y justicia en la región de Chiapas” y expresó su solidaridad con el obispo de San Cristóbal de las Casas, monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, los religiosos y fieles laicos de esa diócesis.
Jesuitas rechazan intentos de minimizar los hechos
Asimismo, la Compañía de Jesús en México condenó el asesinato del sacerdote y aseguró que en las últimas décadas se había convertido en “un símbolo de resistencia y acompañamiento para las comunidades de Chiapas, defendiendo la dignidad, los derechos de los pueblos y la construcción de una paz verdadera”.
Por ello, los jesuitas rechazaron cualquier intento de minimizar el asesinato como un caso aislado, puesto que la violencia en Chiapas ha aumentado en los últimos meses y reiteraron a las autoridades a atender las demandas de la comunidad de Pantelhó para obtener la paz.
El Comité Pro Derechos Humanos destacó que el padre Marcelo Pérez había denunciado la creciente violencia en la entidad y por su activismo recibió amenazas e intentos de criminalización.
No habrá impunidad: Segob
Además, titular de la Secretaría de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, lamentó el hecho en el que el sacerdote perdió la vida y aseguró que el Gobierno de México se comprometerá a que no haya impunidad.
Lee: El padre Marcelo, asesinado en Cuxtitali, recibió amenazas de muerte (video)

Misa en memoria del padre Marcelo Pérez tras su asesinato en San Cristóbal
Desde el lugar del asesinato, feligreses, religiosos y sacerdotes llevaron a cabo una misa en memoria del padre Marcelo, quien durante dos años celebró homilías en el templo del barrio de Cuxtitali.
Cada domingo, se trasladaba en su vehículo por esta calle, donde le quitaron la vida esta mañana, alrededor de las 7:20 horas. En el vehículo se observaron al menos cuatro impactos de bala, mientras que los agresores se dieron a la fuga a bordo de una motocicleta hacia el norte de la ciudad.
Antes del mediodía de este domingo, los feligreses, religiosos y sacerdotes realizaron la primera misa en el lugar de los hechos. Entre cantos, gritos y lágrimas exigieron a las autoridades que esclarezcan el homicidio del sacerdote indígena, originario del municipio de San Pedro Chenalhó, y señalaron que las autoridades saben perfectamente que San Cristóbal enfrenta problemas de inseguridad.
El Cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, pidió al Gobierno de México que busque la forma de desmantelar a grupos armados que generan violencia en nuestro país.
“No hemos logrado que la violencia se detenga, sino que va en aumento. Esto nos debe hacer reflexionar a todos, a los creyentes también, pero sobre todo al gobierno en el poder, para que busquen cómo desmantelar a estos grupos armados que están haciendo tanto daño a la comunidad”, dijo el cardenal en un comunicado al lamentar el asesinato del padre Marcelo.