Luis García Villagrán es uno de los activistas de mayor confianza de los migrantes para salir en caravana desde Tapachula, Chiapas, hasta la Ciudad de México, y de ahí a la frontera norte del país, en busca de alcanzar el “sueño americano”, que es la meta de todas las nacionalidades.
La frase del “sueño americano” fue acuñada por el historiador James Truslow Adams en su libro American Epic, publicado en 1931, para aludir a la capacidad de los ciudadanos de obtener una vida próspera únicamente con base en su trabajo, en su esfuerzo personal. Esa es la meta al pisar suelo estadounidense.
Desde esa perspectiva y con todos los riesgos, los extranjeros atraviesan caminando desde Chiapas hasta la frontera norte de México, unos tres mil 584 kilómetros.
Elecciones en Estados Unidos, delincuencia, las amenazas…
Una amenaza que no está en ellos resolver es la incertidumbre sobre las políticas migratorias en Estados Unidos propuestas por los aspirantes a la presidencia, Kamala Harris y Donald Trump, para ganar votos.
Otro de los factores en contra y que los migrantes tendrán que superar en su largo camino “a la libertad” son la incontenible y creciente delincuencia, así como el clima de inseguridad en la frontera sur de México con Guatemala, que ha sido una “olla de presión” para expulsarlos desde esta región del país a través de caravanas organizadas.
El activista Luis García Villagrán, quien ha ayudado a los migrantes de todas las nacionalidades a salir en caravana, -una de ellas-, la más grande nunca antes organizada que salió de Tapachula a la Ciudad de México, de un promedio de 15 mil personas, esta vez organiza una nueva caravana que está programada salir el próximo martes 5 de noviembre; día en que se llevarán a cabo las elecciones en Estados Unidos.
Los migrantes tienen planeado cruzar México a pie, desde la frontera con Guatemala para llegar a la frontera norte, a los ocho puntos fronterizos dispuestos a lo largo del límite territorial y optar por un permiso humanitario que les permita el ingreso legal a Estados Unidos.
Para ello, los migrantes se deberán enfrentar necesariamente a las múltiples amenazas y obstáculos que se encontrarán en el camino.
Se suman a la caravana
En la caravana van ciudadanos de todo el mundo, pero más los hay de Centro y Sudamérica, y que espera aglutinar unas cinco mil personas, de acuerdo a lo externado por García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana A.C.
Los migrantes no quieren permanecer un solo día más en Tapachula, debido a que no encuentran las condiciones mínimas de seguridad ni oportunidades de trabajo para permanecer en esta localidad fronteriza.
El también observador de derechos humanos consideró que la principal ciudad de la frontera sur de México se ha convertido en el municipio con la mayor percepción de inseguridad del país.
Ello, apuntó, en medio de la disputa del crimen organizado por controlar el tráfico de drogas, de humanos, la trata de mujeres, entre otras, que entran por la puerta principal de México.
Desde este domingo hacen planes en el centro de refugio del parque Bicentenario, en la ciudad fronteriza Tapachula, donde ya se preparan para caminar a pie la carretera costera con destino final la frontera norte y de ahí el salto al “sueño americano”.
