Por Griselda Hernández
La llegada de la Navidad inspira a muchas personas a decorar sus hogares según la temporada. Sin importar los detalles que cada quien elija, el árbol de Navidad es un elemento imprescindible que ocupa un lugar destacado en estas celebraciones.
El árbol de Navidad, ya sea natural, de plástico o en maceta, siempre se adorna con luces, esferas, cintas brillantes y estrellas. Según National Geographic US, esta decoración simboliza la victoria de la vida y la luz sobre la muerte y la oscuridad, convirtiéndose en un mensaje lleno de significado para la temporada navideña.
El origen del árbol de Navidad: Tradiciones celtas y la influencia cristiana
El origen del árbol de Navidad no tiene una fuente exacta, pero se cree que está influenciado por las tradiciones celtas, quienes usaban árboles para representar a sus dioses. Alrededor del siglo VII, los cristianos que llegaron al norte de Europa observaron que los celtas celebraban el 8 de diciembre el nacimiento de Frey, dios de la lluvia, el sol naciente y la fertilidad. En esta festividad, decoraban un árbol con antorchas, simbolizando el universo. Una teoría atribuye a San Bonifacio, un misionero del siglo VIII, la sustitución de un roble sagrado por un abeto adornado, marcando así el inicio de esta tradición cristiana que hoy es un símbolo universal de la Navidad, de acuerdo con información del gobierno de la Ciudad de México.
¿Qué significa poner el árbol de Navidad y el simbolismo de sus detalles?
Según las leyendas, el árbol de Navidad simboliza la vida, el universo y el amor de Dios. Se recomienda colocarlo el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Su decoración tiene un profundo simbolismo: las luces representan la luz de Jesucristo, las esferas y otros adornos navideños simbolizan los dones de Dios hacia la humanidad, la estrella refleja la fe que guía a los creyentes, y el color del árbol representa la vida.
¿Cómo elegir y ubicar el árbol de Navidad correctamente?
Los expertos recomiendan colocar el árbol de Navidad en la habitación donde se pasa más tiempo, especialmente durante las fiestas. Su tamaño debe adaptarse al espacio disponible, recordando que este símbolo se coloca para expresar gratitud por el año vivido y las bendiciones futuras. Además, sus hojas perennes representan la vida eterna, y su copa, que apunta al cielo, simboliza la conexión con lo divino.
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“Actualmente el árbol es acompañado por la representación del nacimiento, la estrella en la cima del pino representa la estrella de Belén que los reyes magos siguieron para dar con el paradero de Jesús. Posteriormente, se sumó la costumbre de colocar regalos bajo el árbol, estos elementos se asocian a la figura de “Papá Noel o Santa Claus”, que se cree simbolizan los dones que Dios otorgó durante el año”, se puede leer en el comunicado.
En México, el árbol de Navidad se acostumbra a quitar el 6 de enero, día de los Reyes Magos, pero algunas familias lo mantienen hasta la Candelaria, el 2 de febrero.
