Al presentar un balance en materia de seguridad en el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, México Evalúa expuso que nuestro país “aún se encuentra inmerso en una profunda crisis de violencia del crimen organizado”.
Sin embargo, reconoció que la presente administración ha desplegado un combate intenso en contra de las operaciones del crimen organizado.
“La comparación frente a los primeros 100 días de AMLO es demoledora. Los operativos incrementaron más de 500% y los detenidos, armas y kilogramos de drogas decomisadas, más de 1000%”, detalló el colectivo.
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Se acaba “abrazos no balazos”
Por otra parte, México Evalúa resaltó que en este periodo, los enfrentamientos entre las fuerzas federales del Estado mexicano y organizaciones criminales prácticamente se duplicaron en comparación con los primeros 100 días de gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador; con ello, dijo, la presente administración dejó atrás la política de “abrazos no balazos”, implementada por el exmandatario.
“La presidenta Sheinbaum se diferencia claramente de la fallida política de seguridad de López Obrador al aplicar principios relevantes de política pública y emprender un combate decidido contra el crimen organizado, lo que podría derivar en un proceso de reducción de la barbarie”, indicó.
Con todo ello, México Evalúa externó su beneplácito, pues por primera vez se observan acciones específicas para desmantelar redes de protección política de los grupos criminales, como sucedió con el “Operativo Enjambre”.

Sinaloa, Guerrero, Colima y Michoacán, necesaria mayor intervención
En su balance, el colectivo detalló que los estados de Sinaloa, Guerrero, Colima y Michoacán son territorios que ameritan mayor intervención del Estado, por la operación de grupos delictivos.
“La violencia político-criminal mantiene una importante tendencia al alza y se posiciona como uno de los principales desafíos para la presidenta Sheinbaum, por sus implicaciones sobre la gobernabilidad democrática”, indicó.
Además, resaltó que los homicidios dolosos son más frecuentes en las entidades gobernadas por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y en varias de ellas este delito va en ascenso, como Tabasco, Baja California Sur y Sinaloa.
“Es imposible argumentar que existe una clara tendencia a la baja del homicidio doloso a nivel nacional en los primeros 100 días de gobierno. El comportamiento ha sido fluctuante”, señalo.
Debilidades en materia de seguridad
En el balance, México Evalúa identificó las debilidades en materia de seguridad implementadas por Sheinbaum.
- Ausencia de metas claras y viables a corto y mediano plazos. ¿Reducción de la violencia hasta qué punto?
- Ausencia de una visión integral de atención a la violencia del crimen organizado en el ámbito territorial, que contemple otras dimensiones del problema además de los homicidios dolosos.
- Abandono de territorios de atención prioritaria, incluyendo entidades que padecen importantes problemas de violencia homicida y patrimonial del crimen organizado, como Tabasco, Colima y Morelos.
- Carencia de estrategias específicas en contra de la violencia político-criminal.
- Falta de planes para evitar los enfrentamientos directos entre grupos criminales.
- Falta de planes de reacción ante las implicaciones de la Operación Enjambre y otras acciones en contra del crimen organizado, principalmente el combate frontal.
Recomendaciones al gobierno
Por todo ello, México Evalúa recomendó diseñar un plan y cronograma para la construcción de un piso mínimo de capacidades policiales estatales y municipales, para que uno de los legados de la administración de Claudia Sheinbaum sea contar con seguridad y policías de proximidad no militares en todos los municipios del país.
Además, llamó a fortalecer la supremacía del poder civil frente al poder militar, creando mecanismos de transparencia que visibilicen esta relación jerárquica.
Asimismo, México Evalúa resaltó que resulta necesario implementar políticas no violentas para frenar las guerras criminales, pues es un hecho que el Estado mexicano no podría administrar más de un conflicto a la vez, como el que se está viviendo en Sinaloa.
Esto debe incluir la protección de funcionarios públicos municipales, el fortalecimiento de las instituciones locales de seguridad y justicia y encapsular a organizaciones relevantes que actualmente no participan en el conflicto.