Águilas de América llegó en un autobús blindado, sin ventanas de cristal y con el letrero enfrente “Tricampeón”, esto por ser el partido ante Punas de la UNAM llamado de alto riesgo y en recuerdo a 2002, cuando los aficionados auriazules apedrearon el autobús de los americanistas y lastimaron a los futbolistas azulcremas.
Ya en la cancha, los jugadores de Águilas del América también se blindaron con un juego abierto, dinámico y con el balón durante más tiempo en territorio de Pumas de la UNAM.
El de Autlán, Jalisco, Israel Reyes Romero estableció las malas intenciones de Águilas del América y en el minuto 8 hizo remate con la cabeza a quemarropa, pero el esférico fue directo al portero, quien apenas alcanzó a meter las manos y rechazó.
Reyes cumplió su amenaza
Así que Reyes fue claro y los de Pumas no entendieron y en un centro a balón parado desde lado izquierdo llegó el balón por segundo poste, donde el defensa americanista contactó la de gajos con la suela de su zapato derecho y anidó el esférico en la red de la portería de Alex Padilla, al minuto 22.
De apoco los de Pumas de la UNAM trasladaron el balón a terreno de los visitantes y llegó el mejor momento en un pase de Adalberto Carrasquilla a la derecha a un solitario Ignacio Pussetto, quien disparó con alegría, pero el balón se estrelló en la base del primer palo, en el minuto 40.
En la continuidad de la acción, los americanistas aprovecharon los espacios hasta que Erick Sánchez llegó por izquierda, mandó centro a la derecha a un abandonado Alejandro Zendejas, pero el esférico no llegó, porque Padilla hizo la gran desviada.
Padre e hijo expulsados
La crisis del encuentro se dio en el minuto 45-2, cuando Piero Quispe cometió una falta por atrás sobre Erick Sánchez, el árbitro Fernando Hernández sacó la tarjeta roja directa, la de expulsión.
En la banca salió catapultado el entrenador de Pumas de la UNAM, el argentino Gustavo Lema, quien le grito a Fernando Hernández que está loco y otras linduras y así se ganó también el cartoncillo rojo.
Continuó el espectáculo en la banca de Pumas de la UNAM y Matías Lema, auxiliar e hijo del entrenador del cuadro de la Universidad Nacional Autónoma de México, también insultó al árbitro, quien, en defensa de la autoridad que representa en la cancha, también le mostró la tarjeta roja y de esta forma, padre e hijo, se fueron a las regaderas.
Pobre marcador ante gran superioridad
Águilas del América trató de aprovechar la diferencia numérica, pero Brian Rodríguez, hizo disparo que facilitó la tapada del portero Alex Padilla, en el minuto 45+8.
Y Álvaro Fidalgo no perdonó en un balón que le llegó desde derecha y lo empalmó de pie diestro, potente, cruzado y por abajo a la izquierda, para el 2-0, al minuto 47.
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Cada vez que los de Águilas del América tuvieron el balón, los de casa defendieron con orden su meta y trataron a velocidad hacer daño en las pocas veces que tuvieron el esférico.
En un descaro cayeron los de Águilas del América, porque ante la superioridad y las constantes ofensivas no pudieron hacer otro gol por sus fallas, como la de Erick Sánchez, en el minuto 73, cuando tenía la portería de frente, mandó el esférico por arriba.
Ante el mal funcionamiento de Pumas de la UNAM, los aficionados enardecieron y entonces se registraron actos de violencia en un secto de la tribuna poniente, donde hubo personas heridas.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana implementó un dispositivo de seguridad de 2000 policías, a los cuales se sumaron los de seguridad de la misma Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero ni eso frenó la violencia en las gradas y eso que ni se llenó el Estadio Olímpico Universitario.