Sagrario Marín Díaz, trabajadora de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) recurrió a la Agencia Mexicana de Información (AMEXI) para denunciar las maniobras legales y administrativas ejecutadas por funcionarios de dicha institución, las cuales ponen en riesgo la estabilidad económica, emocional y física de su familia.
Esta situación, derivada de retrasos y argucias procesales, ha llevado a la desesperación a una trabajadora que solo exige justicia y el cumplimiento de derechos laborales básicos.

Un laudo incumplido y una familia en crisis
El esposo de la Marín Díaz, el señor Hugo Lucero González, también trabajador de CONAGUA luego de un despido injustificado, fue reinstalado en su puesto tras un proceso legal en el que se dictaminó su derecho a recuperar su empleo de base.
Sin embargo, en diciembre de 2024, fue separado de su puesto nuevamente, pero sin que se diera cumplimiento al primer laudo, por lo que queda pendiente el pago de salarios caídos y otros beneficios estipulados en el laudo.
El colmo de la injusticia ocurrió cuando, en una audiencia judicial donde se suponía se haría entrega del cheque correspondiente, los representantes de CONAGUA simplemente no se presentaron.
La estrategia de dilatar el pago de indemnizaciones y beneficios laborales es una práctica común que afecta gravemente a los trabajadores y sus familias, generando estrés económico y vulnerabilidad social.
Desgaste emocional y afectaciones en la salud
La situación ha impactado severamente la estabilidad familiar. Tras el despido de su esposo, la Sra. Marín Díaz, se volvió el principal sostén de su hogar, y enfrenta dificultades para cubrir los gastos esenciales, incluida la renta y los medicamentos de su esposo, quien es diabético y requiere tratamientos costosos que no están cubiertos por el ISSSTE.
Además, ella misma padece EPOC y ha sido trasladada a un área de trabajo inadecuada para su condición médica.
A pesar de sus esfuerzos por cumplir con sus responsabilidades laborales, las condiciones impuestas por sus superiores convirtieron su ambiente de trabajo en una situación de hostigamiento y menosprecio.
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Discriminación y represalias laborales
Desde hace seis años, la Sra. Marín Díaz y su esposo han sido víctimas de una persecución sistemática dentro de CONAGUA. La discriminación política y la negativa a alinearse con ciertos grupos ha provocado su marginación dentro de la institución.
Los cambios de área injustificados, la suspensión de bonos y premios de puntualidad, así como el aislamiento en espacios laborales inadecuados, son solo algunos ejemplos de las represalias que sufren.
Incluso se le hicieron peticiones injustificadas de información personal, como los datos de sus hijos adultos, lo que sugiere una intención de investigación o posible hostigamiento laboral encubierto. Mientras tanto, otros empleados vinculados a directivos de la institución gozan de privilegios y protecciones que demuestran un sistema de favoritismo dentro de la dependencia.
Exigencia de justicia y solución inmediata
La Sra. Marín Díaz solicita urgentemente que CONAGUA cumpla con el laudo y entregue el pago que le corresponde a su esposo. Además, exige condiciones laborales dignas y el cese de las represalias en su contra. La dilación de este proceso no solo vulnera sus derechos, sino que también pone en riesgo su bienestar y el de su familia.
Hacemos un llamado a las autoridades competentes para que intervengan y garanticen la aplicación de la justicia. Los derechos laborales no se pueden vulnerar impunemente.