Para hacer frente a virus, bacterias, microorganismos y hongos que pueden causar diversos males a los seres humanos, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) puso en marcha su nuevo Laboratorio de Bioseguridad Nivel Tres para la Investigación de Enfermedades Emergentes.
En México, las enfermedades emergentes o reemergentes son un desafío creciente para la salud pública, con ejemplos como el covid-19, la influenza, el dengue y otras transmitidas por vectores o animales.
La resistencia a medicamentos y la adaptación microbiana son factores que contribuyen a la complejidad de estas enfermedades.
Lee:
Enfermedades emergentes y enfermedades reemergentes
El secretario de Salud, David Kershenobich, señaló que en las “enfermedades emergentes” están incluidos padecimientos con nuevos agentes y enfermedades con factores causales ya conocidos, pero que recientemente han adquirido carácter epidémico, se convierten en amenaza y ocurren en regiones en las que antes no existían.
Las “enfermedades reemergentes” son las enfermedades anteriormente conocidas y controladas o tratadas eficazmente y cuya frecuencia y/o mortalidad se encuentra en la actualidad en constante aumento.
Datos de la Conapo indican que, en el año 2050, uno de cada cuatro mexicanos tendrá más de 65 años, cambio que significará el aumento de personas susceptibles a nuevas enfermedades.
Aumentan las que están relacionadas con obesidad y síndrome metabólico
Asimismo, en México cada vez son más frecuentes las enfermedades emergentes asociadas a la obesidad y síndrome metabólico, que afectan al 30% de la población, aseguró a su vez Mónica Flores Muñoz, investigadora del Instituto de Ciencias de la Salud (ICS) de la Universidad Veracruzana.
Comentó que la intolerancia a la glucosa, hipertensión, obesidad, falla cardiaca y triglicéridos altos, en conjunto desencadenan el llamado síndrome metabólico. Estos factores de riesgo en un mismo individuo aumentan la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular o diabetes mellitus.
Las enfermedades emergentes
En las tres últimas décadas se ha identificado una serie de enfermedades catalogadas como emergentes, son infecciosas e incluyen enfermedades bacterianas (enfermedad por Legionella, enfermedad de Lyme, Campilobacteriosis, Helicobacter Pylori), virales (HIV, Ebola, antivirus, virus de las hepatitis B y C).
También parasitarias (Criptosporidiosis, Ciclospora) y otras de difícil clasificación, como las encefalopatías espongiformes. Muchas de estas enfermedades son a menudo de origen zoonótico, resultado de la transmisión a humanos de patógenos de otras especies animales.
“Este tipo de diseminación se presenta frecuentemente como consecuencia de cambios ecológicos facilitados por factores sociales o demográficos, o bien como consecuencia de avances tecnológicos”, señaló Kershenobich.
Existen factores que predisponen para la aparición de enfermedades emergentes.
Diversos factores propician las enfermedades emergentes
Señaló que la convergencia de seres humanos y huéspedes animales y reservorios y especies de vectores dentro de los ecosistemas pueden propiciar alteraciones en la transmisión de algunas enfermedades emergentes.
Destacan cambios demográficos o de comportamiento, nuevas tecnologías y /o productos industriales; desarrollo económico y cambios en los usos de la tierra; viajes y comercio internacional, adaptación microbiana.
Hay circunstancias que contribuyen a que la repercusión de una enfermedad emergente o reemergente se constituya en un problema de salud pública.
El Centro de Investigación cuenta con personal especializado para el manejo de patógenos
El titular de la SEP, Mario Delgado Carrillo; la secretaria de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación, Rosaura Ruiz Gutiérrez, y el director del Cinvestav, Alberto Sánchez Hernández, inauguraron el nuevo Laboratorio.
Está diseñado y equipado para trabajar con organismos biológicos que representan riesgos para la salud humana.
Las nuevas instalaciones abarcan 500 metros cuadrados de construcción y están equipadas con tecnología de última generación, capaz de manejar y contener microorganismos de alto riesgo. Además, cuentan con personal especializado para el manejo de patógenos de nivel 2 y 3.







