Más de 200 millones de animales a nivel mundial son utilizados en crueles experimentos para investigación o nuevos fármacos que, en muchos casos, no garantizan la eficacia del producto o tratamiento final. Hoy en día, 90% de los medicamentos experimentados en animales fracasan en los ensayos en humanos.
Así lo manifestó la organización Te Protejo, fundada en el año 2012, que tiene como misión influenciar la transición del ecosistema de la industria cosmética de América Latina, desde el uso de animales para la investigación hacia la implementación de métodos alternativos.
Durante años, la formación científica ha estado centrada en modelos basados en animales, lo que ha llevado a que su uso se mantenga como la opción por defecto en muchas áreas de investigación. Hoy en día se han desarrollado alternativas que han demostrado ser eficaces, seguras y representativas de la biología humana.
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Alternativas más éticas, precisas y alineadas con el bienestar animal
En el marco del Día Internacional del Animal de Laboratorio, Daniela Medina, co-fundadora y directora del área de Investigación de Te Protejo, explicó que ante esta realidad, la ciencia moderna cuestiona las metodologías tradicionales, proponiendo alternativas más éticas, precisas y alineadas con el bienestar animal.
En décadas, diversas especies de animales han sido utilizados como modelo de estudio en análisis médicos, farmacológicos, cosméticos y de investigación. Según datos publicados por la revista científica Scientific American, aproximadamente el 90% de los medicamentos que muestras resultados positivos en animales no logran superar las fases en los ensayos clínicos en humanos.
Un informe del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos (NIH), publicado en 2024, reveló que únicamente un 5% de los experimentos con animales en áreas como farmacología, cirugías e investigaciones conductuales, fueron aprobados para su aplicación en terapias humanas.
“Conejos, ratas, ratones, conejillos de indias, perros, gatos, peces, primates y otros animales han sido sometido a pruebas invasivas para evaluar la seguridad, toxicidad y eficacia de productos, tratamientos, vacunas, entre otras investigaciones”.
Dichas prácticas no sólo plantean serias implicaciones éticas, sino que también podrían comprometer la validez de resultados científicos. En este escenario, su eficacia es cuestionada por algunos sectores de la comunidad científica y biomédica.
Métodos efectivos con resultados más eficientes
Actualmente, el principio de las 3R (Remplazar, Reducir y Refinar), se ha establecido como un estándar internacional de bienestar y calidad, abriendo paso hacia una investigación científica más responsable e innovadora.
Avances tecnológicos y científicos han permitido el desarrollo de Nuevas Metodologías Alternativas (NAMs), sin recurrir al uso de animales.
Los métodos In Vitro (cultivos celulares) e In Silico (simulaciones computacionales) han demostrado ofrecer resultados precisos, reproducibles y con mayor relevancia para la biología humana.
Son validados por organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Xitlali García, directora Operativa y cofundadora del Laboratorio de Investigación Alternativa (LIALT) de México, señaló que en este contexto, se estima que la persistencia en el uso de animales muchas veces responde a una inercia histórica y tradicional, más que a criterios de eficacia.