La historia del papado, que abarca más de dos milenios y está marcado no solo por la espiritualidad y el poder, sino también por intrigas, muertes repentinas y conspiraciones.
La mayoría de los papas han muerto por causas naturales, varios pontífices murieron asesinados, otros fallecieron en circunstancias accidentales o dudosas, y algunos más ejercieron su pontificado por pocos días.
En la Agencia Mexicana de Información (AMEXI) tenemos algunos detalles.
Papas asesinados: entre persecuciones y complots
Según estudios históricos, al menos 10 papas murieron asesinados a lo largo de la historia, especialmente durante los primeros siglos del cristianismo y en épocas turbulentas de la Edad Media.
En algunos casos, las muertes fueron producto de persecuciones religiosas; en otros, de conspiraciones internas por el control del trono pontificio.
Entre los casos más notorios:
- San Pedro († c. 64 d.C.), considerado el primer papa, lo crucificaron en Roma durante la persecución de Nerón.
- Esteban VI (896–897) murió estrangulado en prisión tras haber sido depuesto.
- Juan VIII (872–882), uno de los primeros papas asesinados en la Edad Media por envenenamiento y luego rematado a martillazos, presuntamente por sus asistentes.
- Benedicto VI (973–974), asesinado por orden de una facción rival.
- Juan XIV (983–984), murió encarcelado en circunstancias sospechosas; algunos sostienen que fue envenenado.
Los asesinatos disminuyeron con el fortalecimiento de la estructura del Estado Pontificio, pero las luchas internas y presiones externas siempre rondaron la figura del papa.
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Papas muertos por accidentes
A diferencia de los asesinatos, las muertes accidentales de papas son extremadamente raras y, en muchos casos, difíciles de confirmar debido a la escasa documentación en siglos pasados.
Entre los pocos casos registrados:
- Juan XXI (1276–1277) murió aplastado por el derrumbe del techo de su estudio en el Palacio Papal de Viterbo.
- Marcelo II (1555), aunque oficialmente murió por una fiebre, algunos registros de la época especulan que pudo haber sufrido un derrame cerebral provocado por el estrés del cargo y una caída previa.
El enigma de Juan Pablo I
Uno de los episodios más comentados del siglo XX fue la muerte repentina de Juan Pablo I, elegido el 26 de agosto de 1978 y fallecido solo 33 días después, el 28 de septiembre.
La versión oficial del Vaticano indicó que el papa murió de un infarto agudo de miocardio durante la noche.
Sin embargo, la ausencia de una autopsia oficial, inconsistencias en los informes y el hecho de que algunos documentos fueron retirados de su escritorio han alimentado durante décadas teorías sobre un posible asesinato o encubrimiento.
Juan Pablo I —conocido como el “Papa de la sonrisa”— era considerado un reformista silencioso, y hay quienes creen que pudo haber despertado resistencias internas en el Vaticano.
En 2022, fue beatificado por el papa Francisco, y la Santa Sede reafirmó la versión de muerte natural.
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Pontificados más breves de la historia
A lo largo de los siglos, varios pontificados han sido excepcionalmente breves, ya sea por muerte inesperada, renuncia o invalidación:
- Urbano VII (1590): 13 días
Murió de malaria antes de ser coronado oficialmente. - Bonifacio VI (896): 15 días
Su elección fue considerada inválida poco después por razones canónicas. - Celestino IV (1241): 17 días
Murió antes de asumir plenamente su pontificado. - Teodoro II (897): unos 20 días
Su reinado fue tan breve que apenas quedó registro. - Juan Pablo I (1978): 33 días
El más breve del siglo XX y uno de los más recordados por el impacto de su repentina muerte.
Esta tarde tuvo lugar la procesión de los 133 cardenales electores desde la #CapillaPaulina a la #CapillaSixtina, con el juramento sobre el #Evangelio. A continuación el #ExtraOmnes pronunciado por el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias.https://t.co/zKFoxA62hp
— Vatican News (@vaticannews_es) May 7, 2025
Un papado marcado por la fragilidad humana
Estos episodios recuerdan que, aunque el papa es considerado el Vicario de Cristo en la Tierra, sigue siendo un ser humano expuesto a enfermedades, intrigas y accidentes.
La historia del papado no solo refleja el desarrollo del cristianismo, sino también los desafíos del poder en un contexto político, social y espiritual cambiante.







