En octubre de 2025, comenzará a operar nueva central de ciclo combinado impulsada por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la empresa Fénix, como una puesta estratégica por la transición energética.
El secretario general del SME, Martín Esparza Flores, dijo a la agencia de noticias AMEXI, que ya se encuentra lista la primera turbina para comenzar a generar energía eléctrica en la planta ubicada en Lechería, Estado de México, que alcanzará una producción de 40 megawatts (MW)
“Ya estamos listos para arrancar. Esta planta inicia operaciones en el mes de octubre, pero la próxima semana la Comisión Federal de Electricidad (CFE) nos da la propuesta técnica y económica del refuerzo de instalaciones que vamos a hacer en la subestación de lechería. Una vez que se hagan las instalaciones de repuesto, conectamos e iniciamos pruebas, para ya dejar nuestras turbinas generando energía de manera permanente”, dijo.
En octubre arranca la primera de tres turbinas
El secretario general del SME explicó que esta primera turbina forma parte de un proyecto de 3 turbinas de la central de ciclo combina, que en conjunto generarán 150 MW. En una siguiente etapa, en un terreno vecino se tiene un proyecto de 400 MW, y por último se generará un proyecto más de 800 MW, para alcanzar alrededor de 1,600 MW que tienen autorizados por el regulador.
“Esta es una primera instalada, va a generar 40 MW y luego que se instalen la de vapor y la de gas, vamos a generar el ciclo a 150 MW, es el primer proyecto. En el otro terreno, del otro lado, tenemos un proyecto de 400 MW y el últimos será de 800 para llegarle por ahí de los 1600 MW que es el permiso que tenemos autorizado por la Comisión Reguladora de Energía y CENACE”, puntualizó.
Detalló que la demanda de energía en la zona metropolitana del Valle de México es de 6,000 mil megawatts, de los cuales los electricistas agremiados al SME aportarán una cuarta parte.
Recuperación de terreno y sustitución de una planta termoeléctrica
La estación surge como resultado de la necesidad de modernizar y sustituir una antigua planta termoeléctrica que quedó fuera de operación tras el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro en 2009, detalló el secretario del exterior del SME, Humberto Montes de Oca.
“Cuando recuperamos el predio, evaluamos que la vieja planta ya no era viable ni técnica, ni ambiental ni financieramente. Por eso decidimos demolerla y construir una nueva planta más eficiente y limpia”, explicó.

¿Por qué una planta de ciclo combinado?
La decisión de construir una planta de ciclo combinado responde a una estrategia energética integral y sustentable. Esta tecnología permite generar electricidad mediante el uso de gas natural, aprovechando tanto la energía térmica como la mecánica, lo que incrementa la eficiencia y reduce las emisiones de gases contaminantes en comparación con las plantas convencionales.
El proyecto está alineado con los compromisos internacionales de México en materia de transición energética, además de tener un fuerte sustento económico. “La generación eléctrica que se obtenga permitirá financiar las prestaciones sociales establecidas en el contrato colectivo de trabajo del SME”, señaló Montes de Oca.
Impacto energético y social
Ubicada en una zona de alta densidad industrial y poblacional, la planta tiene el objetivo de atender una parte significativa de la demanda eléctrica del Valle de México, que actualmente depende en un 70% de energía generada en el sureste del país. Esto representa altos costos de transmisión y grandes pérdidas por distancia. “Tener generación local es estratégico, reduce pérdidas y mejora la estabilidad del sistema”, afirmó.
En cuanto al impacto laboral, si bien una planta de este tipo no genera empleo masivo, conforme se amplíe la capacidad instalada (hasta 1,600 MW), se estima que podría generar hasta 600 empleos directos, especialmente en operación y mantenimiento.
Un proyecto postergado por razones políticas
El proyecto arrancó en 2017, pero enfrentó obstáculos regulatorios. Montes de Oca denunció que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), bajo la administración de Manuel Bartlett, bloqueó el permiso de interconexión por motivos políticos. Esto retrasó la entrada en operación, pero tras una larga batalla legal, Fénix obtuvo el aval para interconectar la planta con la red nacional, lo que marca un hito en la lucha por la soberanía energética y laboral del SME.
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