La serie no solo repasa su carrera profesional, también ahonda en aspectos íntimos de su vida personal, revelando cómo las experiencias familiares y cotidianas moldearon los personajes y frases que marcaron a generaciones. Por ejemplo, se sabe que la famosa “vecindad” fue inspirada en un lugar real donde vivió con su tía, y que muchas de sus frases célebres nacieron de interacciones con personas comunes durante su día a día.
El origen de una historia de amor y familia
A los 22 años, Roberto Gómez Bolaños conoció a Graciela Fernández, quien tenía apenas 15. Él buscaba una relación seria y quedó cautivado por la simpatía de la joven, a pesar de su inicial indiferencia. Con el tiempo, Graciela cedió ante el carisma del comediante, dando inicio a un romance que formalizaron a principios de la década de los 50.
Graciela fue un gran apoyo para Gómez Bolaños en los inicios de su carrera artística. Lo acompañó en giras, grabaciones y momentos clave, incluyendo los inicios del legendario programa El Chavo del 8. Su unión parecía fuerte y estable.
Una nueva etapa: Florinda Meza en su vida
Con el paso del tiempo, la relación con Graciela terminó, y a finales de los años 60, Gómez Bolaños conoció a Florinda Meza. Según relatos de la actriz, su primer contacto ocurrió mientras ella trabajaba en un banco y él tuvo un gesto atrevido al acariciar su cabello.
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En 1969, Florinda se unió al elenco del programa Chespirito, y a partir de ahí comenzó una conquista que se prolongó por cinco años, hasta formalizar su relación. Desde entonces, fueron inseparables.
Florinda Meza estuvo al lado de Roberto hasta sus últimos días, lo que generó tanto admiración como críticas, ya que algunos la calificaban de ser sobreprotectora. Sin embargo, su lealtad fue inquebrantable.