Lo que parecía un día cualquiera en el Parque MacArthur, ubicado en una de las áreas con gran población migrante de Los Ángeles, la mañana de este lunes se transformó repentinamente en una escena, que muchos describieron como sacada de una zona de guerra y que de nuevo atemoriza a todos en la ciudad.
Mientras niños asistían a un campamento de verano y una organización comunitaria ofrecía servicios de salud gratuitos a personas en situación vulnerable, el parque fue rodeado por cientos de agentes federales de inmigración armados y tropas de la Guardia Nacional, algunos montados a caballo, otros a pie o a bordo de vehículos blindados.
Este es un video de hoy en el parque MacArthur. Minutos antes, había más de 20 niños jugando- luego, llegó el ejército. En cuanto me entere, fui al parque a hablar con la persona a cargo para decirle que esto tiene que terminar ya. iEsto es absolutamente indignante! pic.twitter.com/wzCl3nVUSf
— Alcaldesa Karen Bass (@AlcaldesaDeLA) July 7, 2025
Pese al impresionante despliegue de fuerza, no se registraron arrestos ni se aplicó ninguna ley de inmigración o de otro tipo. Testigos relataron que los agentes recorrieron el área sin explicar el motivo de su presencia, al tiempo que manifestantes y organizaciones promigrantes empezaron a congregarse.
Todo el operativo ocurrió, mientras la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, se dirigía a Pasadena, donde para dar una conferencia de prensa conjunta con el gobernador, Gavin Newsom, en una zona afectada por incendios forestales ocurridos hace seis meses.
La alcaldesa confrontó a los agentes federales
Sin embargo, al enterarse del operativo en el Parque MacArthur, la alcaldesa cambió abruptamente su ruta y regresó directamente al lugar de los hechos para enterarse de lo ocurrido.
Ahí, en una escena pocas veces vista, la alcaldesa confrontó directamente a los agentes federales y les cuestionó su presencia en el parque.
Rodeada de periodistas, Bass fue consultada sobre qué medidas tomaría ante la presencia de autoridades migratorias en espacios públicos. Su respuesta fue breve pero contundente: “Se van a ir. Esto es inaceptable”.
Minutos después de atender una llamada telefónica, la alcaldesa se retiró del lugar. Poco después, los agentes federales también se retiraron del parque, sin ofrecer ninguna explicación formal a la comunidad.
El operativo dejó tras de sí un ambiente de miedo e incertidumbre entre los residentes del área, en su mayoría inmigrantes, muchos de los cuales ya viven con el temor constante de redadas y deportaciones masivas.
Durante una conferencia de prensa posterior, Bass calificó este operativo como “otro ejemplo de una administración que está acarreando el caos. Es una agenda política para provocar miedo y terror”.
“Parecía una ciudad asediada. Bajo ocupación armada”, mencionó la alcaldesa, tras destacar que el despliegue fue escandaloso y antiestadunidense y forman parte de un patrón más amplio de intimidación federal.
“No hay otro plan que el miedo, el caos y la política. Un día es Home Depot, al siguiente un lavado de autos, y luego vehículos armados y lo que parecían unidades militares montadas en un parque. Eso es lo que vimos hoy”, señaló.
No había ninguna amenaza
La alcaldesa subrayó que en el parque no había ninguna amenaza. “¿Qué pasó con los criminales, los narcotraficantes, los individuos violentos?”, cuestionó.
“Los que estaban hoy en el parque eran niños. Era su campamento de verano. Esos niños ahora no tienen actividades. Los metieron dentro para que no quedaran expuestos a las tropas que caminaban a través de su área de juegos”, añadió Bass.
Hasta el momento, las autoridades federales no han ofrecido una explicación oficial sobre el propósito del operativo, que como otros provocan miedo e incertidumbre entre la población.







