A menos de una semana de que entren en vigor los nuevos aranceles del 30% anunciados por el presidente estadunidense Donald Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo declaró que no descarta sostener una llamada directa con su homólogo para evitar una escalada comercial entre México y Estados Unidos.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum explicó que su gobierno mantiene abiertas las vías diplomáticas y técnicas para alcanzar un acuerdo que evite impactos negativos en la economía mexicana.
“Vamos a esperar esta semana y principios de la próxima, y si es necesario haríamos la llamada, pero confiamos en que podríamos llegar a un buen acuerdo”, afirmó.
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Funcionarios mexicanos negocian en EU
La mandataria detalló que un equipo de funcionarios mexicanos se encuentra en Washington D.C., en coordinación con las secretarías de Economía y Hacienda, para presentar propuestas que buscan reducir el déficit comercial bilateral sin afectar las exportaciones mexicanas.
Estas iniciativas forman parte del llamado “Plan México”, diseñado para ofrecer alternativas que respondan a las preocupaciones de la administración Trump.
El contexto de esta posible llamada se enmarca en una carta enviada por Trump el pasado 12 de julio, en la que acusa al gobierno mexicano de no frenar el tráfico de fentanilo ni el avance del crimen organizado.
La carta de Trump
En el documento, el mandatario estadunidense justifica los aranceles como una medida de presión ante lo que considera una “incapacidad del gobierno mexicano” para detener a los cárteles.
Sheinbaum, sin embargo, reiteró que muchas de las exportaciones mexicanas provienen de empresas con capital estadunidense instaladas en México, por lo que el déficit comercial debe analizarse con mayor profundidad.
“Se puede disminuir el déficit comercial a partir de distintos mecanismos que no afecten a la economía de México”, subrayó.
La llamada, el último recurso para evitar aranceles
La presidenta insistió en que su gobierno apuesta por el diálogo, la cooperación y la diplomacia como vías para preservar la estabilidad económica entre ambos países.
En caso de que las negociaciones técnicas no prosperen, la llamada con Trump podría convertirse en un último recurso para evitar una guerra comercial que afectaría a sectores clave de la economía mexicana.