La empresa española Iberdrola, dedicada al sector energético, estaría buscando salir de México por la falta de seguridad jurídica.
La salida de Iberdrola de México representaría un cambio profundo en el panorama energético del país y envía señales importantes tanto a nivel nacional como internacional.
En venta, últimos activos en México
De acuerdo con medios en España, la empresa decidió vender sus últimas 15 plantas en México con una capacidad instalada de dos mil 600 megawatts, valoradas en unos cuatro mil 700 millones de dólares.
Estas plantas se encuentran en Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Tamaulipas, Puebla, Guanajuato, Sonora y San Luis Potosí.
Esto, tras haber vendido 55% de sus activos al gobierno mexicano en 2024 por seis mil millones de dólares.
Los ingresos de la empresa española en México se redujeron 43% entre 2023 y 2024 luego de la venta de estos activos, que concluyó el año pasado.
¿Por qué se va Iberdrola de México?
Estos son los principales puntos de la salida de Iberdrola de México:
Según los medios españoles, el motivo principal es la falta de certeza jurídica y regulatoria, lo que ha generado un entorno poco favorable para la inversión privada en el sector energético.
“El grupo afronta en México un riesgo debido al retraso en los trámites necesarios para registrar clientes en el nuevo esquema de mercado”, publicó Iberdrola en 2024 en un informe respecto a la incertidumbre regulatoria en el mercado eléctrico mexicano.
Esto, luego que el gobierno ha priorizado el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que ha reducido el espacio para empresas privadas como Iberdrola.
¿Qué impacto tiene?
- Transición energética en riesgo: Iberdrola era uno de los principales generadores de energía limpia en México. Su salida podría ralentizar el avance hacia fuentes renovables.
- Inversión extranjera: La decisión envía un mensaje claro a otros inversionistas internacionales: sin seguridad jurídica, incluso los actores más grandes optan por retirarse.
- Reconfiguración del mercado: Los activos podrían pasar a manos del Estado o de empresas con vínculos institucionales, consolidando el enfoque de control estatal en el sector eléctrico.
¿Qué pasará con las plantas?
Las 15 plantas en venta incluyen parques eólicos, solares y centrales de ciclo combinado, distribuidas en al menos 12 estados del país.
Aunque Iberdrola se mantendrá la generación de energía, el cambio de operador podría afectar la eficiencia, innovación y expansión futura del sistema eléctrico.