Ubicada en la exclusiva zona residencial Isla Dorada, dentro del área hotelera de Cancún, Villa Florinda fue el hogar donde Chespirito vivió junto a su esposa y compañera de vida, Florinda Meza, durante sus últimos años. El nombre de la propiedad es un claro tributo a ella, famosa por interpretar a Doña Florinda en El Chavo del 8.

¿Cómo es la casa de Chespirito por dentro?
Más que una casa, Villa Florinda es una auténtica mansión de estilo neoclásico hispano mexicano, distribuida en tres niveles. La residencia cuenta con siete habitaciones, cada una con su baño privado, además de espacios de lujo como:
- Alberca
- Spa
- Bar privado
- Jardines amplios
- Despacho
- Zona para yates
- Gimnasio
- Canchas deportivas (tenis y pádel)
- Palapa para eventos
- Seguridad 24/7
La propiedad está construida sobre un terreno de más de 1,350 metros cuadrados, con una construcción de 1,060 m², lo que la convierte en una de las residencias más impresionantes de la zona. Su valor estimado supera los dos millones de dólares, equivalentes a unos 40 millones de pesos mexicanos.

Según ha compartido Florinda Meza en entrevistas, este lugar fue un refugio para Chespirito tras su retiro de la vida pública. La cancelación de sus programas en la televisión mexicana —pocos días antes de cumplir 25 años al aire ininterrumpidos— lo afectó profundamente. Aunque sus creaciones seguían transmitiéndose en otros países, Gómez Bolaños enfrentó una etapa difícil que sólo el teatro lograba aliviar brevemente.
Más que una casa, un símbolo
Villa Florinda no solo representa lujo, sino también el amor, el éxito profesional y los desafíos personales de una de las figuras más queridas de la televisión latinoamericana. Hoy, esta icónica mansión sigue despertando el interés de los fanáticos, quienes la ven como parte del legado de Chespirito.