La vibrante atmósfera del Campeonato Nacional de Judo 2025 está marcada por una energía inusitada, en gran parte gracias a la espectacular actuación de Prisca Awiti.
El 30 de julio de 2024, lo cual cumplió un año el martes anterior, Prisca Awiti Alcaraz ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos y la euforia volvió locos al mundo del judo y deportivo mexicanos.
Desde sus primeros enfrentamientos, quedó claro que su preparación física y mental estaba en un nivel superior y, por ello, sus rivales encontraron en ella una barrera casi infranqueable, gracias a su dominio de los fundamentos y su instinto competitivo.
Su desempeño no solo la llevó al segundo lugar del podio, sino que, además, encendió una auténtica fiebre por el judo en la comunidad deportiva mexicana.
Muchos de los practicantes estuvieron en vilo ante el televisor y, así, llenos de emoción y nervios, disfrutaron de sus combates olímpicos.
La admiración hacia Prisca Awiti
Varios de las niñas y niños, así como jovencitas y jovencitos, compartieron su admiración hacia Prisca Awiti, durante el primer día de la cita en el Campeonato Nacional de Judo 2025 que se desarrolla en el Gimnasio del Deportivo Azcapotzalco en la Ciudad de México.
Allí llegaron con sus pequeñas maletas de equipaje llenas de sus vestimentas y también de ilusiones fincadas en el buen entrenamiento, así como de alegría y felicidad por disfrutar la participación en este Campeonato Nacional de Judo 2025.
Acompañados de sus padres, las y los participantes dejaron a un lado el cansado viaje para estar en esta competencia y tener la posibilidad de saludar, estar cerca o ver a la única mexicana medallista olímpica en la historia del judo.
El legado de Prisca Awiti
Más allá de su desempeño competitivo, Prisca Awiti se ha convertido en un referente del judo mexicano, una figura que inspira a quienes comienzan en este deporte.
Su historia de perseverancia, resiliencia y pasión ha servido de ejemplo para muchas personas que, como ella, enfrentan desafíos y buscan superarse día con día.
El legado de Awiti va más allá del tatami, porque promueve la igualdad de oportunidades dentro del deporte y fomenta un ambiente de inclusión y compañerismo.
Y da el mensaje que con disciplina, planeación y entrega pueden las niñas y niños y todos los y las practicantes llegar a lo más alto del nivel competitivo.