Cada vez cobra más vigencia la versión de que la presidenta Claudia Sheinbaum, vía un comunicado, como la forma más digna, hubiera removido de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) al legendario Pablo Gómez Álvarez fue a petición ni más ni menos que del gobierno de Estados Unidos, así como también, conforme transcurre el tiempo, se comprueba que la lista que la cúpula del partido Morena insiste de forma por demás vehemente que no existe y que tiene el gobierno de Donald Trump, en realidad es, al contrario, es decir, que el inquilino de la Casa Blanca la utiliza cada vez que quiere, dependiendo del estado de humor en el que se encuentre este controvertido personaje para obtener sus fines muy personales, y la muestra más palpable de lo anterior la dio la propia cúpula guinda al optar por irse a vacacionar prácticamente a cualquier parte del mundo, menos a Estados Unidos, pero, qué casualidad, ¿no?
Ya a estas alturas, el exsenador y exdiputado del entonces PRD vive de sus glorias pasadas, las del conflicto estudiantil de 1968 y por eso hubo cierto sigilo y discreción al removerlo de su puesto al frente de la UIF, no fuera a ser que se enojara. Lo cierto es que al frente de la UIF, la consigna que tenía Pablo Gómez era de perseguir con toda la fuerza del Estado a los adversarios de esta errada y llamada Cuarta Transformación, ahora en su segundo piso. Sin embargo, a los ojos de Estados Unidos, pareció nula la función que el morenista venía desplegando al frente de la UIF, limitándose a seguir los decretos y órdenes del oficialismo. Quién viera al hoy añejo estudiante de la Facultad de Economía de la UNAM, que por cierto, tampoco se ha dado una vueltecita por Estados Unidos y todo indica que no lo hará.
Mientras tanto, la presidenta Sheinbaum sigue insistiendo en hacer llamados para que la crema y nata de su militancia siga los cánones, primero, de la austeridad, y luego, la de la pobreza franciscana que tanto pregonó su antecesor y maestro, Andrés Manuel López Obrador, pero éstos son como los famosísimos “llamados a misa”, esto es, va quien quiere; son convocatorias hechas en el desierto y ahí mismo se pierden.
Cuestión de recordar que son muchos y diversos los analistas que consideran que la jefa del Ejecutivo se está quedando cada día más sola, de ahí que magnifique su más reciente llamada con el presidente Donald Trump como un triunfo absoluto de su gobierno, en el que ella es la protagonista principal, que a los ojos de la Casa Blanca, no hace su función muy bien que digamos.
Es que Sheinbaum Pardo no puede hacer todo a la vez. Ahorita está más ocupada en conseguirle la salida más digna posible al coordinador de la bancada del partido Morena en el Senado de la República, Adán Augusto López Hernández, que según se sabe, sigue insistiendo en tener un “exilio dorado” en la embajada de México en Francia. En este punto habría que reparar que ya no falta mucho para que el presidente de Francia, Emanuel Macrón venga a México, en el marco del bicentenario de las relaciones México-Francia, y al reunirse con la presidenta Sheinbaum, ésta se lo pida. ¿Será?
MUNICIONES
*** Ceci Flores, conocida y reconocida activista en la búsqueda de desaparecidos, terminó por evidenciar, ni más ni menos que a la zacatecana gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, quien, sobre al asesinato de la maestra jubilada Irma Hernández, tajante y altanera declaró que la también taxista había muerto de un infarto, así como queriendo tapar al grupo delincuencial que secuestró y torturó a la profesora e igualmente, como “lavándose las manos” de todo este lío. Ahora, le guste o no le guste a la mandataria estatal, Ceci Flores, aquella que en la administración pasada se vistió de beisbolista para ver si así López Obrador le hacía caso a las afueras de Palacio Nacional, le lanzó a la señora Nahle a la cara la pura verdad al señalar que “no importa lo que diga uno o mil doctores, todos sabemos que es mentira (la versión de Rocío Nahle). Flores subrayó que Irma Hernández “fue víctima de miedo, dolor, extorsión, complicidad, corrupción, indiferencia, impunidad y que vivió de rodillas frente a una realidad adversa”. Y para colmo y desgracia de la dama zacatecana radicada en Veracruz, el médico que certificó la autopsia de la maestra Hernández no era forense, así que por quererse salvar, la gobernadora de Veracruz se metió en más problemas.
