Al declararse culpable de delitos de narcotráfico ante la Corte de Brooklyn, en Nueva York, Ismael “El Mayo” Zambada siguió los pasos de su hijo mayor, Vicente Zambada Niebla “El Vicentillo”, detenido en 2009 en la Ciudad de México y extraditado a Estados Unidos.
“El Vicentillo” se declaró culpable convirtiéndose en testigo colaborador de las autoridades norteamericanas. Hoy, junto con su esposa e hijos, goza de total libertad en ese país, donde conserva negocios, propiedades y cuentas bancarias.
Zambada morirá en la cárcel:
Después de que el líder histórico del Cartel de Sinaloa reconoció su culpabilidad, la fiscal Pamela Bondi ofreció una conferencia de prensa en la que, entre otras cosas, aseguró que Zambada morirá en la cárcel.
“´El Mayo´ pasará el resto de su vida tras las rejas, morirá en una prisión de Estados Unidos donde él pertenece. Su declaración nos lleva un paso más cerca de lograr nuestro objetivo de eliminar los cárteles de las drogas y las organizaciones criminales internacionales”, dijo.
Durante la audiencia, “El Mayo” relató los pormenores de cómo vivió medio siglo dedicándose a actividades del crimen organizado:
“Empecé a involucrarme con drogas ilegales en 1969, cuando tenía 19 años, traficando mariguana. Después vendí otras drogas, especialmente cocaína”, relató Ismael “El Mayo” Zambada, durante la audiencia en que se declaró culpable de los delitos que le imputó la Fiscalía de Estados Unidos.
Reconoció: “La organización que dirigí -el Cartel de Sinaloa- promovió la corrupción en mi país pagando a policías, comandantes militares y políticos que nos permitieron operar con libertad. Esto se remonta a mis inicios, cuando era joven. Comenzó, y continuó durante todos esos años”, reveló el capo que hoy tiene 75 años de edad.
Zambada estimó que traficó 1.5 millones de kilogramos de cocaína durante su carrera, “de la cual, la mayor parte fue a Estados Unidos”, destacando el alcance internacional de su cártel.
En 44 años, de 1980 a 2024, habría traficado 34 toneladas en promedio al año. 2.8 al mes.
Reconoció que creó y encabezó la organización -el Cartel de Sinaloa- como una “gran red criminal”, con operaciones extendidas durante más de cinco décadas.
Según su defensa, Zambada decidió aceptar su culpabilidad porque no tenía sentido declarar inocencia ante la evidencia acumulada.
Multa millonaria
Como parte del acuerdo con Estados Unidos, el gobierno exige que Zambada pague 15 mil millones de dólares, una cifra que refleja la magnitud de su operación criminal y la riqueza acumulada por su familia.
En la audiencia estuvieron presentes, además de fiscales, agentes de la DEA, alguaciles y medios de comunicación.
En la audiencia, frente al juez Brian Cogan, “El Mayo” Zambada también renunció a todos sus derechos de juicio y apelación “porque llegó el momento de reconocer medio siglo de actividad criminal”.
El líder del Cártel de Sinaloa cerró su intervención disculpándose por el costo humano de la violencia que ordenó a lo largo de los años.
Concluyó: “Asumo la responsabilidad de todo y pido disculpas a todos los afectados por mis acciones”.
La información de “El Mayo” Zambada se queda con “El Mayo” Zambada
Por su parte, al concluir la audiencia, el abogado defensor de “El Mayo”, Frank Pérez, aseguró que su cliente no hará más declaraciones sobre su caso más allá de lo que confesó en la Corte.
A “El Mayo” se le detuvo el 25 de julio de 2024 en el aeropuerto rural de Doña Ana, Nuevo México, tras aterrizar en una avioneta a la que subió, según propias declaraciones, obligado por Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, reveló en un escrito el narco.
De acuerdo con Zambada, su ahijado Joaquín Guzmán López lo citó supuestamente para mediar en un conflicto político local. Al llegar a Huertos del Pedregal, en Culiacán, Sinaloa, fue emboscado, sometido y trasladado en camioneta a una pista de despegue antes de ser llevado por avión a territorio estadounidense.
“El Mayo” Zambada asume estrategia legal de “El Vicentillo” y se declara culpable
Jesús Vicente Zambada Niebla, mejor conocido como “El Vicentillo”, e hijo de Ismael “El Mayo», vive actualmente en libertad en Estados Unidos, luego de haber colaborado con la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y pagar un alto precio: traicionar a su propio cártel.
Hijo del matrimonio de “El Mayo” con Rosario Niebla Cardoza, nació el 10 de mayo de 1975 en Culiacán, Sinaloa, donde creció en un entorno marcado por el narcotráfico.
El excapo, que ahora tiene 50 años de edad, dirigía las operaciones del Cártel de Sinaloa junto a su padre y Joaquín “El Chapo” Guzmán a principios de la década de 2000.
Su papel era crucial, pues coordinaba rutas de tráfico de drogas desde Culiacán, Ciudad de México y Cancún, intentando abrir mercados asiáticos, trabajando con su tío, Jesús “El Rey” Zambada, y otros socios clave.
En 2008, la captura de su tío “El Rey” Zambada en la Ciudad de México marcó un punto de inflexión en la vida de “El Vicentillo”, pues las presiones y el estrés de vivir como fugitivo comenzaron a pasarle factura hasta que finalmente decidió negociar con la DEA, con todo y la aprobación de su padre.
Comenzó a reunirse en secreto con agentes estadounidenses en la capital mexicana, pero sus planes se truncaron el 19 de marzo de 2009, cuando se le arrestó sorpresivamente por autoridades mexicanas en una de sus propiedades en la lujosa zona del Pedregal, al sur de la ciudad.
Luego de su captura, fue extraditado a Chicago en 2010, cuando comenzó su cooperación formal con el gobierno estadounidense.
Durante su tiempo en prisión, brindó información valiosa sobre las operaciones del Cártel de Sinaloa, ayudando a las autoridades a capturar a varios miembros clave de la organización.
Zambada Niebla reveló en su testimonio los detalles sobre las rutas de tráfico de drogas en México, Honduras y Belice, además de la estructura de sobornos del cártel, que según éste destinaba un presupuesto mensual de un millón de dólares para corromper a políticos y militares.
En Estados Unidos, “El Vicentillo” y su familia viven una “pax narca”
En 2021, tras cumplir una condena reducida gracias a su cooperación, “El Vicentillo” fue liberado de prisión. Desde entonces, vive en los Estados Unidos bajo una nueva identidad, junto con su esposa Zynthia Borboa Zazueta y sus hijos Vicente y Jesús, quienes también recibieron protección del gobierno estadounidense.
Gracias a su cooperación, su nombre y sus empresas se retiraron de la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro.
“El Vicentillo” y su familia llevan una vida relativamente discreta y sus hijos trabajan como técnicos automotrices y agentes inmobiliarios. La familia posee un taller de autos en un suburbio de la costa este de Estados Unidos, donde tienen varias propiedades y se presentan en la comunidad como pequeños empresarios.
Su vida y la de su familia está bajo vigilancia por parte del gobierno de Estados Unidos, que monitorea sus movimientos y gastos.
Apenas en enero de 2024, un viajero lo fotografió en el aeropuerto de Washington, D.C., embarcando en un vuelo hacia Miami, sin esposas ni vigilancia visible. Se especuló, que el motivo del viaje fue asistir a un partido de la Serie del Caribe, donde jugaba la selección mexicana de béisbol.
Hoy, quien asume la misma estrategia legal, es su padre, Ismael Zambada, “El Mayo”, quien, con su arresto, desparece de la acción, el último capo de la vieja confederación de narcotraficantes.
Lee: Ismael “El Mayo” Zambada se declara culpable en corte federal de Nueva York