Shakira regresó a CDMX con el primero de cuatro conciertos que ofrecerá en esta ciudad como parte de la segunda y última vuelta de “Las mujeres ya no lloran world tour”, en donde confirmó el porqué es una de las cantantes La loba regresa a su manada: Shakira cierra gira en México entre recuerdos y homenaje al país que la vio nacer como estrella latinoamericanas más importantes y que más facturan en la música, logrando reunir a cerca de 65 mil asistentes que abarrotaron el Estadio GNP, que se vistió de luces multicolores al unísono con el tono de cada canción.
Durante este concierto, la colombiana no solo hizo gala de sus movimientos de cadera y del baile que la caracterizan, así como de las canciones clásicas de su repertorio, también decidió homenajear a México, el país de Latinoamérica que la vio nacer en 1996, al interpretar tres canciones con mariachi y tener como invitada a la cantante mexicana Danna.
Brinda noche espectacular
Desde primera horas de la tarde, miles de seguidores rodearon el Estadio GNP, con pelucas moradas en alusión a “Las de la intuición”, faldas de lentejuelas y camisetas con el rostro de Shakira. Afuera, la venta de souvenirs anunciaba que no sería un concierto más.
Pasadas las 9:30 de la noche, el escenario se encendió con despliegue tecnológico y una pantalla que cubría todo el fondo. El grito colectivo estalló cuando apareció la silueta de Shakira y sonaron los primeros acordes de “La huesera”. Sin pausa, encadenó “La fuerte” y “Girl like me”, pero fue al llegar a “Las de la intuición” y “Estoy aquí” cuando el estadio se rindió a ella.
Cada canción llevaba consigo un recuerdo. “Empire” y “Inevitable” fueron la llave del primer coro monumental, mientras que con “Te felicito” y “TQG” las luces cambiaban de tonos azules y violetas, convirtiendo el recinto en una marea de neón.
Shakira confirma su liderazgo y el cariño de su público
“Qué linda está siendo esta gira en México porque siento que esta es mi casa también. Definitivamente la vida tiene formas de recompensarlo y esta es una de ellas. Lo que sí sé es que nosotras cada vez que nos caemos nos levantamos un poco más sabias, fuertes y resilientes”, dijo, antes de interpretar “Don’t bother” y un íntimo “Acróstico”.
El ambiente cambió con la secuencia de “Copa vacía”, “La bicicleta” y “La tortura”, que dieron paso a la inconfundible trompeta de “Hips don’t lie”. El público bailó y cantó al unísono, confirmando el peso que aún tiene ese clásico.
Entre recuerdos y nuevas voces: la emoción de Danna
La noche tuvo su punto de quiebre cuando apareció Danna como invitada para compartir “Soltera”. Ambas compartieron micrófono y pasos de baile:“México es tu casa”, dijo la mexicana, provocando una ovación que retumbó en el foro.
El viaje siguió con “Si te vas” y la energía de “Ojos así”, que conectó de inmediato con los recuerdos de la década de los noventa. Fue ahí cuando Shakira detuvo el concierto para decir: “Gracias México por ayudarme a construir una carrera de toda una vida. México fue el primer país de Latinoamérica que me abrió las puertas (en 1996)”. Con esas palabras introdujo los temas que marcaron el inicio de su trayectoria: “Pies descalzos”, “Antología” y “Día de enero”.
Mariachi, corridos y una loba que no olvida sus raíces
El homenaje al país se extendió: “Esta canción la preparé para mi México lindo y querido”, dijo antes de interpretar“Entre paréntesis”, poniéndose un sombrero plateado y vestimenta grupera. El mariachi Gama Mil salió al escenario para acompañarla en “Sombras”, tema de Javier Solís que dedicó a su padre William Mebarak, quien enfrenta una delicada situación de salud: “Esta canción le gustaba mucho a mi papá y estaría orgulloso de escucharme cantarla”.
La fusión de estilos continuó con “Ciega, sordo, muda”, en versión mariachi y duranguense, y “El jefe”, interpretada en estilo corrido tumbado. Después vinieron “Suerte” y el estallido de energía con “Waka waka”, momento en el que Shakira hizo gala de su humildad para bajar del escenario, tomarse fotos y abrazar a los fans de las primeras filas y con ello despedirse agradeciendo el cariño y apoyo.
Noche de sorpresas, nostalgia y música
Pero, aunque el cierre se acercaba, faltaban dos de las canciones más recientes y ya icónicas de su repertorio, no pasó mucho tiempo para que la figura de una loba gigante apareciera y con ello, los primeros acordes del tema “Loba”, la cual en su coro, logró que los miles de fanáticos presentes hicieran el famoso aullido que hoy en día la caracteriza.
El final se acercaba y no podía faltar la canción con la que la colombiana ha facturado más, “BZRP Music Sessions, Vol. 53”, con la que el Estadio GNP y el público recalcó con fuerza las líneas “clara… mente” y “una loba como yo, no está pa’ tipos como tú”.
La noche terminó como empezó: con México latiendo junto a Shakira. Entre mariachis, recuerdos y un estadio convertido en coro masivo, la cantante colombiana dejó claro que esta gira no es solo un espectáculo, sino un encuentro de gratitud y memoria.
Para los más de 65 mil asistentes fue un viaje entre pasado y presente, y para Shakira, una oportunidad de reafirmar que México siempre será su casa, la tierra que primero le abrió las puertas y que hoy la recibe como una loba más entre su manada.
