En el marco del Año Internacional de las Cooperativas 2025 (IYC2025) proclamado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) bajo el lema “Las cooperativas construyen un mundo mejor”, el cooperativismo latinoamericano impulsa el liderazgo con enfoque de género y la participación activa de los pueblos originarios.
Con motivo de la celebración, Cooperativa de las Américas, región de la Alianza Cooperativa Internacional, publicó el libro titulado: Evolución del sector cooperativo entre los Años Internacionales de las Cooperativas 2012-2025.
En este libro, se abordan las políticas públicas, normativas, nuevas formas asociativas e iniciativas socioeconómicas, en donde se destacan los avances y las limitaciones para fortalecer el movimiento cooperativo y particularmente la promoción del desarrollo inclusivo de los liderazgos en el sector.
*“En un escenario de desigualdades persistentes, exclusión financiera, concentración económica y deterioro ambiental, el cooperativismo americano se posiciona como un actor capaz de aportar *respuestas concretas y escalables” escribió Danilo Salerno, Director Regional de Cooperativas de las Américas, en la introducción del libro.
El empoderamiento de las mujeres en el movimiento cooperativista
Con la autoría de varias mujeres brasileñas, en el libro de Cooperativa de las Américas, se hace una evaluación sobre el “Empoderamiento femenino en la Economía Solidaria y en los Bancos Comunitarios” en América Latina.
En este estudio, se destaca el papel de los bancos comunitarios y las monedas sociales, que se convierten en “herramientas estratégicas para garantizar la autonomía financiera y fortalecer la participación femenina en la gestión de los recursos comunitarios”.
“A pesar de los avances en la participación femenina en el cooperativismo, aún quedan retos por superar, como la precarización del trabajo y la desigualdad en el acceso a los recursos financieros… (de ahí) la necesidad de crear políticas públicas que institucionalicen las prácticas asociadas a la promoción de redes de apoyo y la formación continua de las mujeres” se destaca en el libro.

Los pueblos indígenas en América y su participación en el cooperativismo
En el informe del Secretario General de la ONU, António Guterres, ante la Asamblea General, en el apartado “Las cooperativas en el desarrollo social”, se destaca el desarrollo de las cooperativas de los pueblos indígenas de América Latina.
Tres de los cuatro ejemplos, sobre cooperativas de pueblos indígenas, que se mencionan en el informe de la ONU, corresponden a América Latina: Perú, Guatemala y México; el otro es Arctic Co-operatives Limited, una de las mayores redes de cooperativas indígenas de Canadá.
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En Perú, destaca la Cooperativa Coopain Cabana, que agrupa a más de 500 pequeños agricultores indígenas aymaras y quechuas de la región de Puno, especializada en la producción y exportación de quinoa orgánica.
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En Guatemala, las mujeres mayas Kaqchikeles, de Sololá, desarrollan una cooperativa dedicada al tejido tradicional y la producción textil.
En México, se encuentra la cooperativa indígena más exitosa de América Latina, según la ONU
En el informe del secretario general de la ONU, que también destaca “el papel de las cooperativas en la erradicación de la pobreza mediante la creación de trabajo decente y el avance de la inclusión social” reconoce que en México se encuentra la cooperativa indígena con más éxito en América Latina.
La Cooperativa Tosepan Titataniske, fundada en 1977 como federación de cooperativas en la Sierra Norte de Puebla, que agrupa a más de 35 mil miembros indígenas náhuatls y totonacas.
Esta cooperativa trabaja en producción sostenible de café y miel, ecoturismo, microfinanciación, vivienda y educación, haciendo especial hincapié en la sostenibilidad medioambiental y cultural.

Las 5 recomendaciones de la ONU para fortalecer el cooperativismo en el Año Internacional de las Cooperativas
a) Revisar y reformar la legislación sobre cooperativas, asegurando su autonomía, una fiscalidad justa y el acceso al capital.
b) Integrar las cooperativas en los planes nacionales de desarrollo, reconociéndolas como actores clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los resultados de la Cumbre Social Mundial.
c) Brindar apoyo presupuestario específico para aumentar la capacidad de las cooperativas e incluirlas en las estrategias sectoriales (agricultura, salud, educación y empleo), en particular las dirigidas por poblaciones marginadas (mujeres, jóvenes, pueblos indígenas y personas con discapacidad).
d) Colaborar con organismos internacionales, como el Comité para la Promoción y el Avance de las Cooperativas y otras organizaciones especializadas, para cartografiar el ecosistema cooperativo y elaborar indicadores sólidos que permitan el seguimiento del impacto social, económico y medioambiental.
e) Apoyar la capacitación de las cooperativas, el desarrollo del liderazgo, la innovación digital y el acceso al mercado, para mejorar el impacto económico y social de las cooperativas, con el fin de reducir la pobreza, crear trabajo decente y promover la justicia social y la inclusión en la sociedad.







