La Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb) expresó su rechazo a la iniciativa federal de incrementar la cuota impositiva del IEPS a bebidas saborizadas, toda vez que no representa, aseveró, una solución al aumento en los índices de sobrepeso, obesidad y prevalencia de enfermedades no transmisibles (ENTs) en el país.
Mediante un comunicado distribuido en Yucatán, cuya población es señalada como de las principales consumidoras de bebidas carbonatadas, expuso que los citados padecimientos siguen siendo un problema complejo y multifactorial, cuya prevención y atención requiere de la acción integral, decidida y conjunta de todos los actores y sectores.
Dicha asociación refirió que la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) plantea incrementar en 3.0818 pesos la cuota por litro a la enajenación de bebidas saborizadas, como una política de salud y financiamiento, lo que representa un incremento del 87 por ciento en la cuota vigente.
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También rechazó el nuevo «impuesto saludable» – como lo llama la Secretaría de Hacienda– a productos con edulcorantes no calóricos, alternativas ampliamente promovidas y aceptadas a nivel global como opciones seguras que apoyan a la reducción del sobrepeso y obesidad.
Refrescos aportan menos del 5 por ciento de calorías del consumo
Informó que la industria de bebidas genera más de 1.9 millones de empleos y un valor de producción de 1.15 billones de pesos, equivalente al 3.4% del PIB nacional.
Aseguró que el sector ha logrado recortar cerca de 30 por ciento de las calorías en sus bebidas y más del 55 por cuento del portafolio ya es sin calorías o reducido en azúcar.
La MexBeb argumentó que la ONU y sus agencias han rechazado este tipo de impuestos porque «no reducen la obesidad ni mejoran la salud pública», ya que los refrescos aportan menos del 5 por ciento de calorías del consumo de los mexicanos, mientras que el otro 95 por ciento proviene de otras fuentes.
Según el INEGI, el consumo per cápita de refrescos en el país no ha variado en los últimos 30 años, mientras la obesidad sí creció, añadió.
De aprobare este impuesto se podrían perder 150 mil empleos directos e indirectos
Advirtió que, de aprobarse la nueva miscelánea fiscal, los consumidores pagarían entre 10 y 15 por ciento más de su costo actual, golpeando a los hogares con menos ingresos.
Compartió que las familias de menores ingresos destinan tres veces más recursos proporcionalmente a refrescos que las de mayores ingresos.
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De aplicarse estos nuevos impuestos, añadió, se podrían perder 150 mil empleos directos e indirectos en los próximos cinco años, toda vez que más de 1.2 millones de pequeños comercios dependen en gran parte de estas bebidas, que representan alrededor del 30 por ciento de sus ventas.