Entre el miedo por las redadas migratorias y la celebración, las calles vacías por la incertidumbre y un grito colectivo de resistencia, los mexicanos en de Santa Ana, al sur de California, disfrutaron este domingo de un tradicional desfile para celebrar las Fiestas Patrias y recordar la independencia de México.
Pese a que las operaciones migratorias opacaron las celebraciones y se registró una menor afluencia de familias, el desfile no se detuvo. Por el contrario, se convirtió en un símbolo de resistencia ante las políticas migratorias de la administración de Donald Trump, que cada día se sienten más duras en comunidades del sur de California.

Mientras en un centro de lavado de autos de Santa Ana ocurría una redada migratoria, en Main Street, el corazón del centro de la ciudad, se preparaba otro escenario: carrozas, bandas escolares, grupos comunitarios y organizaciones culturales desfilaron, llenando todo de color y la tradición mexicana, un respiro en medio de un ambiente cargado este año de temor.
La alcaldesa de Santa Ana, Valeria Amezcua, encabezó la celebración junto con congresistas y representantes de diversos estados de la República Mexicana como Jalisco, Michoacán, Veracruz, Puebla, Morelos, Estado de México, entre otros, quienes llevaron música, danza y folclor, reafirmando la identidad cultural de miles de migrantes.
“A diferencia de otras ocasiones, se notó menos gente. Tienen miedo de salir, y lo entiendo. En cualquier momento puedes ser detenido por tu color de piel, por hablar español, o simplemente por estar en el lugar equivocado”, comentó a Amexi, Karen Soto, ciudadana mexico-estadunidense, quien asistió al tradicional evento.
El miedo ensombreció las celebraciones, pero el “Viva México” resonó con fuerza
Para ella, las redadas han ensombrecido la celebración, pues muchas personas tienen miedo de salir a celebrar y han optado por quedarse en casa, y más que este domingo se amaneció con la noticia de nuevas redadas en varios puntos de la ciudad.
Y es que el temor no es infundado, pues apenas hace unos días, la Corte Suprema respaldó operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en el sur de California que permiten detener a personas con base en perfiles raciales o lingüísticos, lo que obligó a muchas familias a quedarse en casa y no exponerse.
Aun así, los gritos de “¡Viva México!” resonaron con fuerza en cada rincón del desfile al tiempo que cientos de banderas verde blanco y rojo ondeaban por doquier. Más que una celebración: fue un acto de resistencia, un recordatorio de que la cultura mexicana y latina se mantiene viva incluso frente a la adversidad.

El Consulado de México en Santa Ana también participó en la jornada, reforzando el sentido de orgullo nacional entre los asistentes. Niños, jóvenes, adultos y ancianos desfilaron o aplaudieron desde las aceras, mostrando que, pese al miedo, la herencia cultural no se borra.
Santa Ana volvió a vibrar con los colores patrios, con música, danzas y sonrisas que demostraron que el espíritu latino resiste, incluso cuando las políticas migratorias intentan silenciarlo.
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