
De manera cada vez más recurrente hay que echar mano de una famosa frase: en política no hay casualidades y lo sucedido después del puente con motivo de las Fiestas Patrias es una muestra por demás palpable e ilustrativa, sobre todo, en el actuar de diversos personajes de la crema y nata del partido Morena.
Ante esta situación, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, encabezando a legisladores de su partido, dio a conocer que presentó un punto de acuerdo de urgente resolución en el que exige declarar al Cartel de los Soles, de origen venezolano, así como a otras organizaciones criminales que operan en México como organizaciones terroristas, debido a las amenazas que representan para la seguridad nacional y regional.
En el documento en ciernes, los priistas destacan que dichas organizaciones utilizan la violencia de forma sistemática, lo que, sin duda, pone en riesgo la vida de la población, del Estado de Derecho y la soberanía nacional.
Moreno Cárdenas hizo especial énfasis en que el huachicol fiscal representa un daño al erario superior a los 550 millones de pesos, “ejecutado de manera sistemática desde 2018, con el objetivo de financiar campañas políticas, extorsionar empresas y consolidar pacto con el crimen organizado”.
No es difícil pronosticar que el partido Morena se “cortará las venas” porque los del tricolor tocan a una nación considerada amiga de esta errada y llamada Cuarta Transformación, ahora en su segundo piso. Cuestión de ver, como “botón de muestra”, las fotografías que se tomó quien ahora es un senador más, Gerardo Fernández Noroña, con Nicolás Maduro, y la forma en que sistemáticamente repite un dicho que atribuye a Hugo Chávez, exmandatario de Venezuela, de que “águila no caza moscas”, pero el morenista sí tranza, habría que agregar.
La presidenta Claudia Sheinbaum se encuentra en un dilema y ¿así como defiende con tanto ahínco a Andrés Manuel López Obrador, defenderá a Venezuela y a Nicolás Maduro?
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CAYÓ HERNÁN BERMÚDEZ Y EL MIEDO DE ADÁN AUGUSTO
Y hablando del ya muy famoso huachicol fiscal, que ha desatado un escándalo de sendas dimensiones que el oficialismo no puede acallar, el que está que no se la acaba es ni más ni menos que el coordinador del partido Morena en el Senado de la República, Adán Augusto López Hernández.
A estas alturas del escándalo del presunto líder de La Barredora, Hernán Bermúdez Requena, pudiera parecer un lugar común aquello de quién se tiene que ir de rodillas a la Basílica de Guadalupe, si el tabasqueño o la oposición, pero no lo es porque el exsecretario de Gobernación estará en oración, ya que su exsecretario de Seguridad Publica, fue expulsado de Paraguay, nación en la que fue aprehendido, donde estaba de manera ilegal viviendo en un barrio de lujo y aún así, tenía planeado tejer una nueva red de huachicol.
Como se recordará, quien es también conocido como “El Abuelo” o el “Comandante H”, apostó por el proceso largo y burocrático y no a la extradición express para regresar a México, lo que tenía más o menos tranquilo al senador López Hernández, aferrado al polvo del olvido.
Sin embargo, cuando el secretario de Seguridad Pública a nivel federal, Omar García Harfuch, anunció por las redes sociales que “gracias al trabajo coordinado del @GabSeguridadMX, “FGRMexico, el Centro Nacional de Inteligencia y el @INAMI_mx, con apoyo de las autoridades de Paraguay, se realiza el traslado de Hernán ‘N’ a nuestro país con el objetivo de cumplimentar la orden de aprehensión en su contra”, el coordinador morenista sintió que un hilillo líquido le corría por la espalda, situación todavía más difícil porque ante los medios que lo cuestionaron sobre el particular se dijo “tranquilo y sin preocupaciones” por el arribo de su cercano y exempleado. Ya en su casa, López Hernández permaneció con los brazos en cruz.
Y en eso de las inexistentes casualidades y apegándonos a un conocido refrán: “cuando el río suena es que agua lleva”, un nuevo escándalo parece cernirse sobre dos de los hijos de López Obrador, Andy y Gonzalo “Bobby” López Beltrán, porque un juez federal concedió una suspensión judicial que los protege.
Dicho amparo fue solicitado por Francisco Javier Rodríguez Smith Macdonald -un todavía misterioso personaje-, ante el juzgado segundo de distrito con sede en Zacatecas.
Como puede observarse, con tantos hechos que ponen de relieve a la corrupción guinda, lo que menos puede pensarse es que se trate de una mera casualidad; más aún, porque de esa tela todavía falta mucho qué cortar.