¿Será que llegó el momento en que la presidenta Claudia Sheinbaum ocupe ni más ni menos que a Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados?
La pregunta viene a cuento con respecto a la controvertida Ley de Amparo que hace dos días se aprobó en el Senado de la República, ya sea por las prisas o porque existe ahí una mano negra que “mece la cuna”, con un apartado que es abierta y totalmente inconstitucional: la retroactividad.
La reserva, que presentó en la Cámara alta el morenista Manuel Huerta Ladrón de Guevara, permite que las modificaciones aprobadas apliquen para amparos en proceso, cuando en el artículo 14 constitucional “se prohíbe la aplicación retroactiva e leyes en perjuicio de alguien; el derecho al debido proceso, asegurando que nadie sea privado de su libertad o propiedades sino mediante un juicio con formalidades y leyes preexistentes”.
Con la aprobación de la reserva presentada por el senador Ladrón de Guevara se estaría abriendo dicha disposición en perjuicio de las personas, amén de que se va en contra de la progresividad de la ley. Diversos analistas consideran que es escalofriante, porque se pierden derechos adquiridos.
Ahora, a punto de llegar, si no es que ya llegó al Palacio Legislativo de San Lázaro, lo aprobado por la colegisladora, lo lógico es que se corrija este despropósito. Incluso, en su gustadísima “mañanera del pueblo”, Sheinbaum Pardo giró sus apreciables instrucciones para que esta reserva, que bien puede ser considerada una aberración, se corrija.
De pasada, lo que pudo comprobar una vez más la jefa del Ejecutivo es que ya pasaron aquellos tiempos en los que su antecesor y maestro, Andrés Manuel López Obrador, daba un golpe en el escritorio para que sus iniciativas pasaran sin modificarles “ni una coma”, mientras que, en la actualidad, tal parece que se fraguó un perverso juego en contra de la Presidenta, o sea, la “mano negra” que se mencionó en líneas anteriores que le mueve el piso a la mandataria.
EL “FAST-TRACK MORENISTA
Y es aquí donde entra en acción el también coordinador de la bancada del partido Morena en Cámara de Diputados, que es un experto en temas constitucionales. Por eso, respecto al tema, explicó que la retroactividad se aplica a la ley sólo cuando “no se afecte el interés colectivo o de las personas”. O sea, cuando la retroactividad no beneficia, no aplica nunca.
Muy sonriente, el diputado Monreal se regodea de que la presidenta Sheinbaum no tenga más que recurrir a quien no es precisamente “santo de su devoción” y por eso, hasta sus flores le echó el zacatecano:
“La Presidenta tiene mucho interés y mucha intuición jurídica, coincido con ella, a ninguna ley se le puede dar efecto retroactivo”.
Adelantó que la discusión en la Cámara baja se dará sin presiones ni apuros. ¿Será que no habrá “fast-track” en San Lázaro? y agregó el coordinador morenista que el análisis será diferente al que sobre las rodillas llevaron a cabo los senadores. “Vamos a hacerlo con mucho cuidado… respeto lo que se hizo en el Senado… hoy la va a revisar (la minuta) la Comisión de Justicia”.
Porque en este último punto hay que destacar que, al presidente de la Comisión de Justicia en el Senado, Javier Corral, diríase que “se le fueron las cabras” y, al parecer, ni se enteró de este atentado morenista en contra de la retroactividad.
De cualquier manera, lo que dicta la ética y la sensatez es que la tan llevada y traída reserva se cambie.
Lo malo es que Ricardo Monreal, así como hace unos días pidió que a los ministros de la Suprema Corte de Justicia del Acordeón (¡¡perdón!!) de la Nación hay que tenerles paciencia, ahora declaró que los legisladores morenistas que propusieron dicho apartado “no lo hicieron por malicia”. Esto último en política no aplica. Ya se consignaba en este espacio en anterior entrega que, en una de sus partes, esta Ley de Amparo tiene como objetivo que quienes resultan incómodos para esta errada y llamada Cuarta Transformación, ahora en su segundo piso, no puedan acogerse a este derecho.
Por su parte, la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara baja, Kenia López Rabadán, garantizó que la iniciativa sobre la Ley de Amparo no será aprobada en “fast-track” y adelantó que, de mantenerse en esos términos, votará en contra.
“Para mí, como presidenta de la Cámara de Diputados, es un requisito indispensable que todo México tenga certeza de esta discusión en términos de qué va a suceder con la figura del amparo en nuestro país”, acotó.