La comunidad oaxaqueña de Santa Catarina Lachatao llega a la gran pantalla con el estreno del nuevo documental de la cineasta Natalia Bruschtein, “Lachatao”, una obra íntima y profundamente humana que se adentra en la vida cotidiana de un pueblo que resiste al olvido.
A través de la mirada curiosa y luminosa de los niños de esa comunidad, la película muestra cómo este pueblo de la sierra norte de Oaxaca, protege su lengua, sus tradiciones y su vínculo sagrado con la tierra.
Más que un retrato documental, el filme es una experiencia que celebra la memoria, la identidad y la fuerza de una comunidad que se niega a desaparecer.
Y es así como Bruschtein consolida su lugar entre las voces más sensibles del cine contemporáneo mexicano con este estreno en cines.
“Me pone muy contenta poder compartir una comunidad que lucha por no desaparecer, que lucha por mantener su identidad y su cultura. Mostrar que hay diferentes formas de resistencia me parece muy importante hacerlo a través del cine”, expresó Bruschtein en entrevista para AMEXI.
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Una mirada desde los niños
La directora explicó que “Lachatao” está contada a través de la mirada de los niños, quienes se convierten en el corazón narrativo del documental. Son ellos los depositarios del conocimiento, la memoria y la esperanza de su pueblo.
“Decidí hacer una película sobre esta comunidad a través de los ojos de los niños, porque son parte de ella y los que heredan su identidad y su cultura”, comentó Bruschtein.
La cámara, en palabras de la directora, “se coloca a la altura de los niños” para capturar su visión del mundo y los pequeños gestos que sostienen el tejido comunitario.
Un vínculo de respeto y reciprocidad
Por otro lado, la cineasta contó que su acercamiento a la comunidad surgió gracias a una vecina, cuya familia era originaria de Lachatao.
Así que tras realizar un video escolar para el pueblo, decidió contar su historia con mayor profundidad.
“Siempre trabajé con respeto y cuidado, sin invadir su vida cotidiana. Intenté que fuera una relación recíproca, en la que también pudiera dar algo a cambio”, recordó.
Señaló que en el documental trabajó con el fotógrafo Miguel Tobar, el editor Aldo Álvarez, y los músicos Federico Schmuckler y Alejandro Castaños.
La directora destacó que cada decisión, desde el ritmo narrativo hasta el diseño sonoro, buscó reflejar el tiempo propio de la comunidad, su calma, sus silencios y su manera de mirar el mundo.
“Queríamos respetar lo que es el tiempo en Lachatao y reflejarlo en la película, desde el juego, el ritmo y la sensibilidad de los niños”, explicó.
Una reflexión sobre el presente
Con “Lachatao”, Bruschtein invitó a los espectadores a replantear su relación con la comunidad, la infancia y la naturaleza.
“Ojalá la gente que vea la película se deje llevar por este ritmo y este mundo interno que tienen los niños. Y que también nos preguntemos qué es la calidad de vida y qué hacemos para cuidarnos como comunidad”, reflexionó.
El documental, que lse exhibe en salas de cine, es una celebración de la vida colectiva y del poder de las tradiciones frente al paso del tiempo.