
Luego de un cuidadoso análisis de la situación regional, el gobierno dominicano anunció, mediante un comunicado contradictorio y sinuoso, que pospuso la Cumbre de las Américas.
Presentó dos razones que compiten entre sí para ver cuál es más ridícula. La primera: “las profundas divergencias que actualmente dificultan un diálogo productivo en las Américas”. Cuando hay “profundas divergencias”, se imponen las cumbres y los diálogos para “dirimir las divergencias”; eso sería diplomacia auténtica.
“Se ve feo”, diálogo en Punta Cana, guerra en Venezuela. Sería “feísimo”, una cumbre de títeres: “Construyendo un hemisferio seguro y sostenible con prosperidad compartida”, mientras el titiritero masacra a Venezuela. Peor aún, muchos líderes no asistirían; es un fracaso monumental y absoluto de la política regional de Washington.
Otra razón: “…el impacto causado por los recientes eventos climáticos que han afectado gravemente a varios países del Caribe” es una gigantesca idiotez. En Punta Cana, sede de la cumbre, no se acumuló ni una gota de lluvia.
La cumbre estaba pautada del 4 al 5 de diciembre, ¿qué importa que lloviera a finales de octubre?
“Posponer” el partido de béisbol de diciembre porque llovió a finales de octubre es una “cantinflosería”, no una “cantinflada”. Cantinflas nunca hizo nada idiótico. Mario Moreno fue un gran pensador, no un idiota.
En su comunicado, la cancillería dominicana escribió 334 palabras para ocultar engañosamente la verdad, que pudo revelar honestamente.
Es un síntoma alarmante; fiebre alta sugiere infección; ignoramos dónde, cuál es la bacteria y cuán avanzada está.
Si el “vitrinoso” gobierno del “divo mediático”, presidente Luis Abinader, suspende esa espectacular vitrina-pantalla mediática regional y mundial, hay razones muy poderosas.
Quizá Washington no quiere distraerse de su “lucha contra el narcotráfico” en Venezuela, con una cumbre intrascendente, irrelevante.
Es penoso y peligroso que a un gobierno sin imaginación, creatividad, excusas ni opciones le queden tres largos años.
Y tiene una peligrosa fijación mental obsesiva: aumentar los impuestos de los pobres, protegiendo a sus iguales súper ricos.
Vivimos una situación explosiva, interna y externa. Anote esta fecha: cuando “suceda lo que tenga que suceder”, sabremos por qué decidieron “posponer” la cumbre de los títeres.
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