A nivel mundial, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte oncológica en hombres y la segunda en mujeres, según datos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) y del Observatorio Mundial del Cáncer.
En México, es la principal causa de muerte por neoplasias, con aproximadamente ocho mil fallecimientos anuales y una incidencia de más de ocho mil 200 casos nuevos por año.
Además, es el tumor más letal, por lo que es la primera causa de decesos por esta enfermedad en el país, y su incidencia va en aumento, señalan especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La mayoría de los casos, del 70 al 80%, se detecta en etapas avanzadas, con metástasis, lo que reduce drásticamente las posibilidades de curación y limita las opciones terapéuticas a paliativos.
Esto se debe a la ausencia de un programa nacional de cribado, como tomografías de baja dosis para grupos de alto riesgo y síntomas iniciales silenciosos que son confundidos con otras afecciones comunes.
Las principales causas del cáncer de pulmón en México son el tabaquismo, incluyendo la exposición al humo de segunda mano, y la exposición ocupacional a carcinógenos. Otros factores de riesgo incluyen la contaminación del aire y los antecedentes familiares de la enfermedad.
Acceso desigual a cobertura y servicios de salud
El cáncer de pulmón no está incluido en el Catálogo Universal de Servicios Esenciales de Salud (CAUSES), lo que deja a muchos pacientes sin financiamiento para tratamientos innovadores.
Sólo 7% de la población tiene seguro privado, y los servicios especializados están concentrados en centros urbanos como la Ciudad de México, excluyendo a regiones rurales o indígenas.
El tratamiento puede costar entre 47 mil y 394 mil pesos por paciente, cubriendo quimioterapia, radioterapia y hospitalizaciones, lo que representa una carga catastrófica para familias de bajos ingresos.
Además, especialistas señalan desabastos frecuentes de medicamentos esenciales, como osimertinib, y falta de reembolso para terapias dirigidas.
¿Qué ocurre con los factores de riesgo?
El tabaquismo causa el 85% de los casos, seguido de exposición a humo de leña (15% en no fumadores), contaminación y EPOC, pero las políticas antitabaco son insuficientes, con un mercado negro de vapeadores y ventas a menores. Además no hay campañas masivas de educación ni regulación efectiva, lo que incrementa la incidencia en un 18% proyectado para 2045.
Hay limitaciones en recursos humanos y tecnológicos; escasez de oncólogos especializados y sólo unos cuantos centros, como el INCan, manejan casos complejos.
Asimismo, falta acceso a pruebas genómicas y biopsias líquidas, y brechas en la estandarización de cuidados biopsicosociales como apoyo psicológico, manejo del dolor, lo que afecta la calidad de vida, con necesidades no cubiertas en 76% de pacientes en cuidados paliativos.
Al considerar las desigualdades regionales y demográficas, la carga es mayor en estados del norte (Sonora, Baja California) por tabaquismo y contaminación.
En el caso de las mujeres y grupos indígenas, éstos enfrentan mayor exposición a humo de leña y la mortalidad en el sector femenino ha aumentado entre 1.0 y 3.% anual en la región.
Estos problemas resaltan la necesidad de políticas integrales conmo implementar cribado nacional, financiar terapias innovadoras con impuestos al tabaco, expandir registros de cáncer y fortalecer la educación antitabaco.
Organizaciones como la Asociación Mexicana de Lucha Contra el Cáncer AMLCC y el INCan proponen acciones para reducir la inequidad, pero requieren mayor inversión pública para revertir la tendencia proyectada de un aumento de 57% en casos para 2040 en el continente.
En México sólo se detecta 5% de los casos
“Otro problema al que nos enfrentamos es que para quienes tienen cáncer de pulmón en etapa inicial, la tasa de curación puede ser tan alta como 80% a 90%. Sin embargo, en México sólo 5% de los casos se detecta en estadios tempranos de la enfermedad”, señala el doctor Jose Francisco Olguín, líder médico para Oncología de Pfizer México.
Indica que entre los factores que influyen en la detección tardía están la estigmatización de la enfermedad, que es asintomática en etapas iniciales y falta de capacitación médica.
Ser fumador de tabaco o haberlo sido en el pasado es el factor de riesgo más importante para el cáncer de pulmón. Inhalar cigarrillos, pipas o cigarros aumenta la amenaza de presentar esta patología, y entre más joven sea una persona cuando empieza a fumar, y en la medida en que sea más frecuente y prolongado su consumo, mayor será el riesgo.
Personas con estas características tienen una vulnerabilidad casi 20 veces mayor de presentar la enfermedad en comparación con los no fumadores. Además, quienes aspiran el humo de forma indirecta están expuestos a las mismas sustancias que producen cáncer, aunque en menores cantidades.
¿Cuáles son los síntomas?
Los especialistas indican que en la mayoría de los casos, el cáncer de pulmón no causa síntomas inicialmente, por lo que estos suelen aparecer cuando la enfermedad ya está en etapa avanzada.
Indicios y manifestaciones:
- Tos reciente que persiste
- Dolor torácico
- Tos con presencia de sangre, incluso en poca cantidad
- Ronquera
- Dificultad para respirar
- Silbidos al respirar
Factores de riesgo
- Fumar cigarrillos, habanos o (cigarros) y pipa
- Exposición al humo de segunda mano
- Antecedentes familiares
- Infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
Factores de riesgo ambiental
- Suplementos de betacaroteno para los fumadores empedernidos
- Aspiraciones por humo de leña
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