De las velas, pasaron a las veladoras. Ayer, de manera pacífica, gente de la tercera edad, jóvenes y demás marcharon en Morelia con veladoras, en protesta por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez.
Y fueron más allá de solo condenar ese hecho, pues este cruento crimen constituyó el parteaguas que puso en evidencia la complicada e incendiaria situación que vive Michoacán.
Su gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, está ampliamente rebasado y no es suficiente que diga que él es muy amigo del hermano del presidente municipal asesinado y que conoce a la familia. Tampoco le funciona señalar que está en constante comunicación con la presidenta Claudia Sheinbaum.
Quienes marcharon con veladoras en recuerdo de Manzo Rodríguez, anunciaron que para hoy habrá una parálisis total de las actividades en Michoacán, preocupados por la situación de inseguridad que este gobierno no puede parar.
Habrá que dilucidar si es porque habría por ahí algún acuerdo con la delincuencia organizada o porque no tienen la capacidad para resolverla.
Desde luego, la economía del estado quedará seriamente afectada, pero el gobierno de Ramírez Bedolla, así como hizo oídos sordos a los reclamos y demandas de Manzo, ahora tampoco hace nada ante los pequeños y medianos comerciantes, que son los más afectados y objeto de extorsión de la delincuencia organizada.
Afortunadamente, a Alejandro Correa Gómez, exalcalde de Zinapécuaro y que reportaron como desaparecido, ya lo localizaron con vida.
En el transcurso de la semana que concluye, la presidenta Sheinbaum anunció un Plan para la Paz en el estado, que, se comenta, es copia de uno que implementó Enrique Peña Nieto durante su gestión, sin conseguir resultado alguno.
Sin embargo, la dinámica de los sangrientos hechos ya rebasó a la inquilina de Palacio Nacional y como pruebas están que, ayer mismo y en distintos hechos, al exalcalde suplente de Chinameca, Veracruz, Lázaro Francisco Luria, emanado del PAN y secuestrado a inicios de noviembre, lo hallaron ayer sin vida, mientras que, en San Antonio Ocotlán, Oaxaca, asesinaron a Guadalupe Urban, regidora de Parques y Jardines en San Juan Cacahuantepec.
Y lo peor es que la lista amenaza con alargarse, por lo visto, siempre un paso adelante del accionar de esta errada y llamada cuarta transformación, ahora en su segundo piso.
En México, hay que recordar, la violencia y la inseguridad han generado mucho miedo, que paraliza y desarticula a la sociedad.
Habrá que ver si la indignación por el asesinato de Manzo puede mover a una acción colectiva, para acabar con esta coyuntura en la cual el país es rehén de la delincuencia organizada.
Dicho crimen podría convertirse en un detonador para que la sociedad se movilice contra esta desafortunada situación.
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Morena y rémoras politizan a Carlos Manzo y a otros funcionarios asesinados
En la semana que concluye, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, con el gobernador Ramírez Bedolla, encabezaron una segunda reunión con alcaldes michoacanos para conocer sus puntos de vista sobre el plan de paz y justicia presentado por Sheinbaum Pardo. Todos a distancia.
Lo que hay que subrayar es que desafortunadamente, y como lo dijo Grecia Quiroz al rendir protesta como presidenta municipal sustituta de Uruapan, tuvo que pasar el crimen contra Carlos Manzo para que autoridades federales voltearan a Michoacán, pero el tiempo le está ganando al oficialismo como producto de los crímenes reportados en Veracruz y Oaxaca.
Entonces, Sheinbaum debió de haber presentado un Plan para la Paz, pero nacional porque, como puede observarse, la sangre se impone a las cifras de disminución de delitos que desde Palacio Nacional “con bombo y platillo” se difunden en la gustadísima “Mañanera del Pueblo”.
Otro punto que no es posible soslayar es la forma en que el oficialismo ha tratado de politizar a Manzo y otros funcionarios asesinados, lo que se pudo apreciar durante la prolongadísima sesión, de 20 horas, que se llevó a cabo en el Palacio Legislativo de San Lázaro, en la que se discutió en lo particular el Presupuesto de Egresos de la Federación para el año entrante.
Y por cierto, qué manera de la oposición de sacar “los trapitos al sol” ni más ni menos que de la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján, y del vocero de la bancada de ese mismo partido, Arturo Ávila Anaya, un par que presume de ser tan, pero tan democráticos. ¿Será?
A lo largo de la participación de cientos de oradores, especialmente los de Morena y sus rémoras, ninguno dejó de referirse a Carlos Manzo y lo llamaban «su compañero del movimiento».
Muy conveniente les resultó empeñarse desde la tribuna a los del oficialismo llamarlo así, pasando por alto que Manzo Rodríguez rompió con los guindas para volverse independiente y fundar el Movimiento del Sombrero. Así, lo único que quiere Morena y sus rémoras es politizar a su favor ese asesinato.
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