Con base en los reportes de las autoridades educativas estatales, el 90% de las escuelas del país desarrollaron sus actividades de manera normal este jueves, durante el paro de 48 horas convocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), informó la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Aunque la cifra de planteles abiertos sugiere una alta continuidad, la movilización se concentró de manera significativa en los estados con mayor presencia de la CNTE e histórica resistencia. De los 202 mil 188 planteles de Educación Básica en el país, 20 mil 377 escuelas suspendieron actividades (10.08% del total), principalmente en:
- Oaxaca: 10 mil 726 escuelas paralizadas, el 81.62% del total estatal.
- Chiapas: 6 mil 856 planteles sin actividades, lo que representa el 36.92% del sistema educativo local.
- Zacatecas: mil 903 centros educativos sin labores (43% estatal).
Mientras que en el resto de las entidades con participación en el paro, las afectaciones fueron menores. En Michoacán se registraron 515 escuelas sin actividades; en Baja California, 76; en Guerrero, 254; y en la Ciudad de México, 47 planteles.
El origen de la lucha: Contextos desiguales y el costo de enseñar
La CNTE enfatiza que la labor docente y las necesidades educativas varían drásticamente. Por ejemplo, no es comparable la realidad de un profesor en contextos urbanos con la de un maestro en una comunidad vulnerable de Oaxaca o Chiapas. Además, en estas zonas, los docentes a menudo suplen carencias de infraestructura, asumen gastos de traslado y lidian con la pobreza. Todo esto eleva el costo de su labor sin una retribución justa.
El paro y sus demandas no buscan afectar a los estudiantes. Al contrario, buscan mejorar la calidad de la educación a través de la dignificación y certeza laboral de los profesores que atienden los contextos más olvidados del país.
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Demandas esenciales para la calidad educativa
Las exigencias de la CNTE se centran en reivindicaciones que buscan dignificar la profesión y garantizar la estabilidad. En primer lugar, se pide un Aumento salarial del 100% al sueldo base. Esto busca reflejar el verdadero costo de la vida y el esfuerzo de los docentes en zonas de alta vulnerabilidad.
También demandan la reinstalación inmediata de los docentes cesados, la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 y la derogación de otras reformas educativas anteriores.
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