De Lupita Jones a Fátima Bosch, el color rojo en sus vestidos de gala se convirtió en el color de triunfo y elegancia que marcó la historia de las reinas mexicanas en la gala de Miss Universo.
El rojo no es solo un color, para las mexicanas coronadas Miss Universo, se volvió un amuleto de triunfo, un símbolo poderoso en la pasarela y en la memoria colectiva.
Y es que desde Lupita Jones hasta Fátima Bosch, cada una de estas reinas brilló con sus espectaculares diseños con variaciones de ese tono, dejando su propia huella en la historia del certamen.
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Lupita Jones (Miss Universo 1991)
En 1991, Lupita Jones se convirtió en la primera mexicana en ganar Miss Universo. Para ese momento trascendental, lució un vestido rojo con escote en “V” y detalles bordados.
Este vestido marcó el inicio de una tradición: el rojo como color de la suerte para las mexicanas que aspiraban a la corona.
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Ximena Navarrete (Miss Universo 2010)
En Las Vegas, en agosto de 2010, Ximena Navarrete desfiló sobre el escenario con un vestido escarlata diseñado por Benito Santos, un diseño que combinaba elegancia y simbolismo patrio.
El vestido contaba con corsé plisado, aplicaciones brillantes, y una cola de seda asimétrica, en un homenaje estilizado a los colores de México.
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Andrea Meza (Miss Universo 2020 / coronación en 2021)
Andrea Meza, ingeniera y activista, completó la trilogía con otro vestido rojo al recibir la corona.
Su atuendo de gala fue creado por Edgar Lozzano, un diseño clásico pero con fuerza simbólica: reafirmaba la ya célebre “tradición del rojo” para las mexicanas ganadoras.
En algunas fuentes se describe como un amuleto de buena fortuna, al igual que para sus predecesoras.
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Fátima Bosch (Miss Universo 2025)
La más reciente en sumarse a esta historia de rojo es Fátima Bosch, coronada en 2025. Para la ronda de gala, deslumbró con un vestido rojo brillante de manga larga, bordado con hilos dorados que captaban la luz en cada paso.
La prenda incluía una capa transparente del mismo tono que añadía dramatismo y movimiento.
El vestido lo diseñó Trino Orozco, un destacado diseñador mexicano, y simboliza tanto majestuosidad como la continuidad del legado del color rojo en las reinas mexicanas.
Todo indica que la recurrente elección del rojo por parte de las mexicanas ganadoras de Miss Universo no es una coincidencia: se ha convertido en un símbolo de poder, de pasión y de la férrea determinación que ha caracterizado a estas reinas.
Es así como cada vestido, diseñados por figuras de la moda nacional, narra una historia de identidad, tradición y triunfo.
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