Ninel Conde vive uno de los momentos más intensos de su carrera. Cierra el año con trabajo a tope, una agenda repleta de teatro, televisión y nuevos negocios, y una determinación férrea para no frenar. Entre risas, luces y críticas, la “Bombón Asesino” se declara agradecida con Dios y lista para todo lo que viene. El 2025 arranca con una serie, una nueva obra de teatro y el estreno de su docu-serie con VIX, un proyecto que ella misma define como un close-up a su vida sin filtros.
En el avance de la docu-serie, Ninel abre la puerta de su casa, su clóset, su cocina, su carro, su intimidad familiar y empresarial. Se muestra madre, empresaria del desarrollo inmobiliario, artista, amiga y mujer. Habla de su carrera, de sus batallas sentimentales, de los golpes emocionales que quedaron a medias en la prensa y de episodios que marcaron su historia. “Lo que la gente cree saber de mí no siempre es lo que es”, adelanta.
Ninel Conde vuelve a reinar entre proyectos, polémicas estéticas y una docu-serie que promete destapar 30 años de secretos
Mientras las cámaras documentan su vida, el teatro la reclama. Ninel regresa al escenario con El Tenorio Cómico como Doña Inés, un personaje que ya forma parte de su identidad artística. Alternará funciones con Wendy Ibarra, y le restó importancia a quienes critican que una actriz trans también interprete el papel. Para Ninel, lo único que importa es el talento y el resultado. “Si el público lo disfruta, ahí está la respuesta”.
Las miradas se detienen inevitablemente en su reciente procedimiento estético en los ojos. Lo sabe, lo disfruta y no le huye. Entre comentarios de apoyo y críticas por “no dejar lo natural”, Ninel responde con una carcajada: “Y las que me faltan”. Deja claro que cada quien decide sobre su cuerpo y que planea grabar un video en redes para explicar su proceso, porque la gente —más de la que se imagina— le pregunta cómo lograr el cambio.
La prensa también intentó entrar en el terreno más vulnerable: su hija. Las especulaciones sobre una supuesta mala relación circularon en redes, pero Ninel frenó en seco. No tolera que la expongan. Solo compartió lo importante: viajaron juntas, recorrieron el mundo y fortalecieron su conexión. “A los hijos se les respeta”, sentenció.
Después de la tormenta emocional en La Casa de los Famosos, Ninel sigue en terapia para recomponer su equilibrio. Confiesa que salió de la casa “chisquiada”, pero transformó la exposición mediática en gasolina profesional. Los productores la vieron, el trabajo llegó y su agenda despega. Invirtió las ganancias del reality en propiedades en Estados Unidos y mantiene su enfoque empresarial sin perder glamour ni fuerza escénica.
Sobre el amor, sonríe… pero no abre la puerta. “Bien”, responde y la deja ahí. Lo personal lo lleva en privado, por decisión y por paz mental.
A pesar de las polémicas, de los juicios en redes, de los ciclos que se cierran y los que comienzan, Ninel Conde pisa firme. Su nombre vuelve a las marquesinas, las cámaras la siguen, los titulares la buscan y su docu-serie promete sacudir a México cuando salga.







