Efectivos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGE) detuvieron en Nezahualcóyotl a Juan “N”, líder de la Federación Internacional de Trabajadoras y Trabajadores Asalariados de México (FITTAM) y vocero de Sindicatos Unidos por la Transformación de México (SUTMEX), como parte de la Operación Caudal en el Edomex.
Objetivo prioritario en la Operación Caudal en el Edomex
En la Operación Caudal tráfico agua, Juan “N” figuraba como objetivo prioritario. Por ese motivo, agentes ministeriales ejecutaron la orden de aprehensión en su contra. La acción forma parte de la segunda fase del operativo desplegado para neutralizar actividades delictivas vinculadas con la extracción, distribución y comercio ilícito de agua en el Estado de México.
De acuerdo con la autoridad, a Juan “N” también se le investiga por su probable participación en hechos de extorsión cometidos en otros municipios mexiquenses. La Operación Caudal tráfico agua busca desarticular estructuras sindicales y criminales que operan bajo la fachada de organizaciones laborales.
Armas aseguradas
Al momento de su captura se le aseguraron armas de fuego y cartuchos útiles de diversos calibres, los cuales quedaron a disposición del Ministerio Público para integrar la carpeta de investigación correspondiente.
La Operación Caudal en el Edomex
La Operación Caudal tiene como objetivo combatir el tráfico ilícito de agua y proteger el abasto del líquido vital a las comunidades más vulnerables. Este operativo responde a denuncias ciudadanas sobre el control ilegal de tomas y redes de distribución, que han generado pérdidas económicas y afectaciones en el suministro doméstico.
En su primera fase, la estrategia se enfocó en desmantelar puntos de extracción clandestina y asegurar vehículos utilizados para el traslado del recurso. La segunda fase, en la que se enmarca la detención de Juan “N”, busca desarticular estructuras sindicales y criminales que operan bajo la fachada de organizaciones laborales.
Autoridades estatales han señalado que el tráfico de agua se ha convertido en un negocio ilícito de alto impacto, comparable con otros delitos como el robo de hidrocarburos, debido a la creciente escasez y al valor estratégico del recurso. La captura de Juan “N” representa un golpe simbólico y operativo contra estas redes, enviando un mensaje de que el Estado no permitirá la privatización ilegal del agua.








