Bruce Willis, ícono del cine de acción y drama, enfrenta una de las batallas más duras de su vida con la demencia frontotemporal que padece.
Mientras su salud se deteriora, su familia ha tomado decisiones clave para garantizar su cuidado que incluyen su traslado a un hogar especializado y la futura donación de su cerebro a la ciencia.
Más allá de la pantalla, la historia de Willis se convierte en un testimonio de amor familiar, dignidad y contribución a la investigación médica.
Desde 2022, Bruce Willis se retiró de la actuación tras ser diagnosticado inicialmente con afasia, un trastorno que afecta su lenguaje.
Al año siguiente, su familia confirmó que el cuadro evolucionó hacia una forma de demencia más grave conocida como demencia frontotemporal (DFT).
Según explican especialistas, la DFT afecta los lóbulos frontales y temporales del cerebro, provocando deterioro del lenguaje, cambios de conducta y afectaciones en la personalidad y funciones cognitivas.
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Cuidados especializados y vida familiar
Debido al avance de su enfermedad, a Willis lo trasladaron en 2025 a una residencia adaptada con atención médica especializada las 24 horas, decisión tomada por su esposa Emma Heming Willis para garantizar su bienestar.
A pesar de las dificultades, su familia, incluidas sus hijas y su exesposa Demi Moore, mantiene un compromiso público con su cuidado y bienestar, mostrando en cada paso su apoyo, cariño y respeto a su legado.
En palabras de su hija mayor, aunque a veces él ya no lo reconoce, los abrazos y los gestos familiares permiten conectar con él de una forma distinta, más allá de la memoria.
Planean la donación de su cerebro para investigación
En noviembre de 2025, la familia anunció que donará el cerebro del actor a la ciencia tras su fallecimiento, con el fin de contribuir al estudio de la demencia frontotemporal y apoyar el desarrollo de investigaciones que puedan beneficiar a futuros pacientes.
Con ello, buscan que su sufrimiento y el de su familia dejen una huella útil, ya que su caso ayude a arrojar luz sobre una enfermedad poco conocida, y quizás acerque terapias o tratamientos más efectivos.
Un retiro inevitable y lleno de dignidad
Aunque su carrera en el cine quedó atrás, su historia sigue vigente. La familia y el público conocen su diagnóstico desde hace años, y con transparencia han compartido su realidad.
Su retirada, anunciada junto al diagnóstico de afasia, abrió paso a un período de cuidado y adaptación, marcado por el amor y el respeto.
Ahora, con la donación del cerebro para fines científicos y la claridad sobre su diagnóstico, la vida de Bruce Willis queda inscrita como un testimonio de lucha, dignidad y conciencia sobre las enfermedades neurodegenerativas.







