Juan Manzo, hermano del alcalde Carlos Alberto Manzo y subsecretario de Gobernación de Michoacán, y el diputado independiente, Carlos Alejandro Bautista Tafolla, pidieron al gobierno de Claudia Sheinbaum investigar a fondo el asesinato del edil de Uruapan, asesinado el 1 de noviembre en la plaza municipal, para que no se crea que su deceso fue un “crimen de Estado”.
Juan Manzo indicó que no se han investigado a los actores políticos, como Raúl Morrón, Leonel Godoy y el anterior alcalde, Ignacio Campos, por lo que pidió que se les llame para declarar.
Pese a los avances en la investigación del homicidio del exedil de Uruapan, su hermano afirmó que aún falta esclarecer la supuesta relación entre la delincuencia organizada y la política, por lo que no quitó el dedo del renglón y reiteró que dichos actores políticos deben declarar.
La autoridad debe requerir a varios actores políticos
Ante medios de comunicación, el también subsecretario de Gobernación de Michoacán subrayó que en los más recientes videos que publicó Carlos Manzo, se señaló a los actores políticos antes mencionados y con datos puntuales por lo que la autoridad correspondiente podría requerirlos.
“No es que insista, sino que es una línea clara y evidente de investigación, Carlos lo señaló en su momento en un sin número de videos, los más recientes tienen datos muy puntuales y son materia de que pueden ser citados a declarar e investigar su relación con el homicidio”, puntualizó.
Juan Manzo dijo que existió planeación, organización, pago, cooptación e infiltración en el atentado contra el expresidente municipal, líder del Movimiento del Sombrero en Uruapan.
Por ello, consideró que “hay mucha tela en el caso para no creer que sea un homicidio plenamente organizado y orquestado en contra del presidente municipal más relevante y con posicionamientos a nivel nacional”.
“La línea política no está descartada, sino al contrario, se va a fortaleciendo con los elementos que se han expresado y me parece que hay actores políticos que tienen que presentarse a declarar.”
Asimismo, recordó que las investigaciones del caso de Carlos Manzo permitieron dar con el paradero de Jaciel Antonio «N», alias «El Pelón», acusado de reclutar sicarios en centros de rehabilitación, incluidos los asesinos del exalcalde.
Por otro lado, el funcionario recordó que uno de los compromisos de la presidenta Claudia Sheinbaum cuando tuvieron una reunión con la familia del exedil fue indagar e investigar a todos los actores políticos, incluidos los de Morena.
Fernández Noroña viene a desviar la investigación
Juan Manzo expuso que el actuar y las declaraciones del senador Gerardo Fernández Noroña parecen una petición para desviar la investigación del exedil de Uruapan y lo exhortó a no ser tapadera de políticos.
«Cada vez realizan acciones como la de ayer de enviar al senador Noroña a descalificar a Grecia, me parece que actúan a petición de parte de ellos para desviar la atención», expresó.
No obstante, afirmó que lo principal es esclarecer los motivos del homicidio, pues acotó que hay señalamientos claros y firmes de parte de las Fiscalías respecto de quiénes pudieron ser los responsables del homicidio y que existe una connotación política en ello.
Señaló que seguirán en Uruapan mientras existan las condiciones, pues al temor es el mismo que todos los ciudadanos o las víctimas de violencia tienen, aunque trabajan de manera normal.
Escoltas de Carlos Manzo son inocentes: Juan Manzo
A su vez, el diputado local independiente, Carlos Alejandro Bautista Tafolla, miembro del movimiento mancista en Uruapan, dijo que uno de los escoltas de Carlos Alberto Manzo lo consideraba su padre, «ellos no son culpables del magnicidio».
Dijo que está bien que los hayan detenido, a él y a otros seis de los ocho elementos que protegían la seguridad del edil asesinado, pero señaló que el Movimiento del Sombrero no va a caer en las “cortinas de humo“ para evitar dar con quienes realmente lo mandaron matar.
“Para uno, Carlos era prácticamente su papá, le apodaban ‘El Macas’. Era su ejemplo. Está bien que los detengan, pero nosotros no vamos a caer en cortinas de humo”.
Aunque no quiso pronunciarse sobre la inocencia de los escoltas aprehendidos el 21 de noviembre en Uruapan, descarta que ellos sean los culpables, por lo que calificó como irrelevante esa línea de investigación.
Comentó que al parecer alguien del círculo cercano del edil compartía la geolocalización en tiempo real, pero mostró su desconfianza con respecto a esa línea de investigación y convocó a esperar las pesquisas.
«No los puedo considerar inocentes, yo preferiría que continuaran las investigaciones, pero yo no creo que sean culpables» dijo el legislador.
Que la Presidencia lo demuestre
Carlos Tafolla sostuvo que, a su juicio, el magnicidio del que fue víctima Carlos Manzo tuvo un móvil político, por lo que dijo que no va a quitar el dedo del renglón hasta que las instancias federales demuestren que el asesinato no fue un crimen de Estado, como él lo presumiría.
“Yo quiero que la Presidencia de la República nos demuestre que no fue un crimen de Estado. Eso es lo que queremos saber, que haya justicia para Carlos Manzo”.

Sobre las versiones que apuntan a que fue una organización criminal de Jalisco la que tramó el magnicidio, el diputado desechó la hipótesis, sobre la premisa de que los golpes que el Ayuntamiento de Carlos Alberto daba a la estructura delincuencial eran demasiado bajos como para pensar en una revancha.
“Lo mencioné desde un principio: para mí, el Cártel de Jalisco nada más fue el autor material. Nosotros no hacíamos detenciones grandes, no teníamos el armamento para enfrentarlos. Queremos saber quién es el autor intelectual”.
Este miércoles 26 se llevó a cabo la segunda audiencia en la que participaron los siete de los ocho escoltas del alcalde, a quienes aprehendieron el pasado viernes por su presunta omisión en el delito de homicidio calificado de Carlos Manzo, la noche del 1 de noviembre.
De acuerdo con lo que se sabe hasta ahora, el edil recibió siete disparos por parte de un joven de nombre Víctor Manuel “N”, quien habría sido sometido; no obstante, uno de los escoltas del edil lo abatió, lo que en los hechos impidió interrogarlo para conocer quién lo mandó.







