El actor estadounidense George Clooney, ganador de premios Oscar y una de las figuras más queridas de Hollywood, atraviesa un profundo momento de dolor familiar tras el fallecimiento de su hermana mayor, Adelia “Ada” Zeidler
En un emotivo comunicado, el actor dio a conocer que su hermana falleció el 19 de diciembre a los 65 años, tras una prolongada batalla contra el cáncer, confirmó el propio actor en un emotivo comunicado.
En el documento difundido en una revista estadounidense, Clooney describió a “Ada” como “su heroína” por la manera en que enfrentó su enfermedad con valentía, coraje y sentido del humor.
“Nunca he conocido a alguien tan valiente. Amal y yo la extrañaremos enormemente”, dijo refiriéndose también a su esposa, la abogada y activista Amal Clooney.
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Una vida lejos del brillo de Hollywood
A diferencia de su hermano, Ada Zeidler vivió fuera del foco mediático; ella nació el 2 de mayo de 1960 en Los Ángeles, y fue hija del periodista Nick Clooney y de la escritora Nina Bruce Warren.
Tras completar sus estudios, se estableció en Augusta, Kentucky, donde desarrolló una vida dedicada a su comunidad.
Zeidler se destacó como maestra de arte en educación primaria, inspirando a generaciones de alumnos.
También participó activamente en actividades culturales locales y mantuvo una vida familiar estable, casándose en 1987 con Norman Zeidler, un capitán retirado del Ejército, con quien compartió varios años hasta su fallecimiento en 2004.
Aunque mantuvo un perfil fuera de los reflectores del espectáculo, acompañó a su hermano en momentos clave, como en su boda con Amal, celebrada en Venecia en 2014, donde fue vista junto a él celebrando el vínculo familiar.
El legado de una hermana, madre y educadora
El obituario de Ada describe una vida marcada por el compromiso con la educación, el arte y el servicio comunitario, lejos de las luces del estrellato, pero profundamente valorada por quienes la conocieron.
Su muerte ocurrió rodeada de seres queridos en el St. Elizabeth Healthcare de Edgewood, Kentucky, y la familia programó un servicio fúnebre para el 22 de diciembre, con sugerencias de honrar su memoria con donaciones a una biblioteca local.
