En los últimos días, la ciudad de Veracruz es un basurero debido a un conflicto entre el dirigente de los trabajadores de Limpia Pública, Antonino Baxzin Nata, y la alcaldesa Patricia Lobeira.
Las lluvias de este lunes exhiben la acumulación de residuos, coladeras tapadas y fallas en la recolección, mientras Ayuntamiento y sindicato se culpan mutuamente, a escasos días del cierre de la administración municipal.
Todo parece indicar que la intención es dejar el problema a la nueva administración, que por primera vez estará a cargo de un gobierno de Morena, con Rosa María Hernández Espejo.
Huelga vigente-cambio de administración municipal
La mañana de este lunes, el dirigente sindical, Baxzin Nata, acusó públicamente a la administración municipal de incumplimientos laborales y operativos.

Señaló que el conflicto está activo ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje, con emplazamiento a huelga vigente, a sólo 10 días de que Hernández Espejo tome protesta como alcaldesa de Veracruz.
Acusó que desde 2022 no les han otorgado los incrementos salariales pactados, que existen adeudos por horas extra y prestaciones, así como despidos injustificados y falta de pago a jubilados.
En el plano operativo, expuso que el municipio no cuenta con camiones propios, que de 54 unidades rentadas operan en promedio 40 y que hasta 20 de las 98 rutas pueden quedar sin servicio en determinados días.
Las declaraciones contrastan con las de Lobeira Rodríguez, quien, en una entrevista radiofónica, reconoció fallas recientes en la recolección de basura.
Sin embargo, las atribuyó a presiones de carácter político por parte del sindicato, al asegurar que el Ayuntamiento cumple con las obligaciones del contrato colectivo de trabajo.
La ciudad en la basura
Mientras el intercambio de señalamientos continúa, la ciudad permanece con basura acumulada en calles y espacios públicos, una situación que se hizo más visible tras las lluvias y que ocurre a menos de 15 días del cierre de la actual administración municipal y en plena etapa de transición.

Ciudadanos y turistas de Veracruz padecen las calles cubiertas de basura, desechos arrastrados por el agua, coladeras tapadas y encharcamientos prolongados.
En colonias y avenidas principales de Veracruz, bolsas de basura, restos orgánicos, plásticos y lodo quedaron esparcidos sobre el pavimento, generando malos olores, riesgos sanitarios y complicaciones para el tránsito vial y peatonal.
La falta de recolección regular provocó que los desechos terminaran obstruyendo el drenaje pluvial, lo que agravó los encharcamientos.
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