Este año, la tradicional Noche de Rábanos, una festividad y exposición de esculturas talladas en estas hortalizas, cumple 128 años y, en vísperas de la Navidad, atrajo a miles de visitantes locales nacionales y extranjeros que convirtieron el Zócalo de la capital oaxaqueña en un escenario vibrante y lleno de color.
El festejo emblemático se celebra con el nuevo nombramiento, luego del decreto que aprobó el Congreso de Oaxaca, que declaró la festividad tradicional como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado.
Talento y creatividad
En esta ocasión, para evidenciar y visibilizar de artesanos hortelanos, se colocaron 135 espacios de exposición alrededor del contorno del Centro Histórico, donde el talento y creatividad de cada artista oaxaqueño se reconoce en cada creación expuesta.

Entre las creaciones se exhibieron en totomoxtle obras diversas, como las elaboradas por rábanos que llamaron la atención de turistas nacionales e internacionales, ademas de los propios oaxaqueños.
Al recorrer cada uno de los pabellones donde se expusieron piezas representativas de tradiciones oaxaqueñas talladas en el rábano, así como elaboradas con totomoxtle y flor inmortal, el gobernador Salomón Jara felicitó y agradeció a los participantes, pues ayudan a preservar esta tradición generacional.

Además de desear felices fiestas decembrinas a los locales, nacionales y extranjeros, el mandarario aseguró que en Oaxaca hay seguridad, tanto para quienes habitan en el estado, como para quienes se encuentran de visita en esta temporada, lo que se refleja en la confianza de inversionistas.
Antes de la exhibición de obras artesanales, se realizó una magna calenda Guelaguetza que recorrió las calles de la ciudad y que congregó a mas de 10 mil asistentes.


























