A ocho meses de su fallecimiento, dibujantes, lectores y familiares rindieron un homenaje a Rafael Márquez, creador de El Libro Vaquero, una de las historietas más emblemáticas de México, cuyo impacto trascendió por más de tres décadas y dejó huella en la industria editorial y cultural del país.
Durante el acto conmemorativo que se realizó en el Museo de Arte Popular en la Ciudad de México, artistas que formaron parte del proyecto recordaron cómo la revista abrió espacio a una nueva generación de creadores, con un estilo gráfico y narrativo que rompió con los estándares de su época.
“No les satisfacía mucho esta generación de dibujantes que venían de otra época, que ya estaban muy acostumbrados y muy habituados a hacer un estándar de dibujo. Entonces fue una oportunidad para toda una generación”, relataron.
Una revista que dio voz a nuevos talentos
El Libro Vaquero, publicado por Editorial Vid desde finales de los años setenta, se consolidó como un referente de la historieta popular mexicana, con historias del género western adaptadas al imaginario nacional y una estética innovadora para su tiempo, y que incluso contó en sus inicios con la participación de figuras consagradas como Sixto Valencia Burgos, creador gráfico de Memín Pinguín.
El homenajeado destacó la visión de quienes impulsaron el proyecto editorial como Luciano Márquez, quien “llegó con ojo como director y captó a seis, siete dibujantes, que en ese momento éramos muy jóvenes, e iniciamos el Libro Vaquero”, comentaron.
Un estilo moderno que rompió la norma
Los artistas coincidieron en que El Libro Vaquero introdujo un estilo visual distinto al que predominaba en la historieta mexicana: “Le dimos un cierto estilo, para ese tiempo un estilo más moderno, que se salía de la norma, de lo que normalmente se venía haciendo”.
Este enfoque, señalaron, fue clave para el éxito comercial de la revista:“Eso fue muy satisfactorio, porque empezamos a tener mucho éxito. El Libro Vaquero nos ha dado mucho éxito”.
Portadas polémicas y atractivo visual
Otro de los elementos que distinguió a la publicación fueron sus portadas, consideradas audaces para la época: “En ese tiempo era muy mal visto que las mujeres exhibieran un poco de sus atributos, y el señor Marcos se atrevió a hacerle las portadas… él decía, es como el atractivo visual”.
Esto coincidió con cambios culturales más amplios como la apertura en programas de televisión sobre el cuerpo femenino.
Un proyecto que duró más de 30 años
Los participantes recordaron que El Libro Vaquero se publicó de manera ininterrumpida durante tres décadas, porque surgió el 23 de noviembre de 1978, en los últimos años de la época de oro de la historieta mexicana y su publicación se paró en 2010.
A pesar del cierre, el impacto cultural permanece vigente: “Todavía es un éxito el Libro Vaquero… voy a convenciones y me piden el Libro Vaquero, me piden que se los firmen”, e incluso, fuera de México, la historieta tuvo una fuerte recepción:
Un legado vivo en nuevas generaciones
Los artistas señalaron que el estilo de El Libro Vaquero sigue influyendo en proyectos contemporáneos: “Me han buscado gente que quiere que me realice historietas con mi estilo, con el estilo del Libro Vaquero”, comentó uno de ellos.
El homenaje concluyó con palabras de agradecimiento de uno de los hijos del creador:“Rafael Márquez es cierto que es una persona muy creativa… una revista no se hace por uno, se hace por todo su equipo”.
Y recordó que, hasta sus últimos días, el autor mantenía nuevos proyectos: “A pesar de que tenía 95 años, él seguía activo… seguía teniendo muchas ilusiones de volver a seguir con el Libro Vaquero”.






