Ciudad de México, 28 mar. (AMEXI).- El 12 de mayo de 2021 estampó Luis Raúl Serna Villarreal su firma en el documento de contrato con Yankees de Nueva York, el equipo más popular y ganador de las Grandes Ligas de beisbol.
En 2019 fue firmado por Leones de Yucatán y lo inscribió en su Academia de Beisbol del Pacífico, con sede en Mazatlán, Sinaloa, de donde salen las promesas para clubes de la gran carpa.
Un 20 de julio de 2004 nació el lanzador derecho en San Luis Río Colorado, Sonora y su padre Pablo y su madre Lupita lo llevaron desde niño a la práctica de la pelota caliente y a competir en los diversos torneos.
Con sus ojos finos localizaron los visores de Leones de Yucatán al gran prospecto, quien el pasado lunes llamó la atención de todo México amante del beisbol.
Con el uniforme del glorioso Yankees salió a la lomita como pitcher abridor de los Bombarderos del Bronx sobre el campo del estadio Alfredo Harp Helú, para enfrentar a Diablos Rojos del México.
Ni en sus mejores sueños vivió ese escenario y uno de sus grandes momentos fue cuando ponchó a Robinsón Canó, quien en la víspera había dado un batazo de cuatro esquinas.
En la tercera entrada perdió el control de sus lanzamientos y recibió dos leñazos de cuadrangular para siete carreras, a parte una de «caballito», y al final Yankees perdió 8-5 ante la Pandilla Escarlata.
La aparición del sanluisino en el montículo y con los Mulos de Manhattan da origen a varios puntos de vista.
Entre todos, el principal es que un joven talentoso mexicano recibió, aunque haya sido en un partido de exhibición, la gran vitrina y responsabilidad, que sólo con fortaleza mental y atlética se puede desarrollar.
Con 19 años de edad, y aunque tiene grandes virtudes, esa oportunidad no la hubiera recibido de Diablos Rojos del México, quien decidió contratar a Trevor Bauer.
El contrato entre la directiva escarlata y el estadunidense Bauer es por cinco aperturas de partido de temporada regular.
Bauer, de 33 años, fue el abridor del primer encuentro y Diablos Rojos designó para el segundo juego al estadunidense Ronnie Williams, de 28 años.
Nada qué ver con los 19 años de Serna Villarreal y ya ni se diga que uno de ellos era mexicano.
Pero si hubo mexicanos en la novena de campo de Diablos Rojos, pero sólo fueron tres: Carlos Sepúlveda, nacido en Monclova, Coahuila; Julián Ornelas, en Tijuana; y Juan Carlos Gamboa, en Los Mochis, Sinaloa.
Los demás fueron los venezolanos José Pirela, Ramón Flores y José Briseño, El dominicano Robinso Canó, el cubano Diosbel Arias y el estadunidense Río Ruiz.
A Luis Raúl se le abrieron las puertas en el equipo más glorioso del beisbol mundial y en México y con Diablos Rojos, de seguro, las tendría cerradas aunque sea en un partido de exhibición y de gran maginitud.
