Por Verónica Torres Lizama
Ciudad de México, 24 abr. (AMEXI).- Los has visto en la calle, en el Metro, en las librerías y te llaman la atención porque parecen osos, los ves dotados con su arnés que es la señal de que ellos son los perros guía para ciegos y están trabajando.
Los animales de servicio tienen una labor muy importante y es ayudar a desplazarse a personas que por alguna circunstancia ha perdido el sentido de la vista, mejorando así su calidad de vida, su autonomía, su independencia y su movilidad.
Por ello, hoy, que es el último miércoles del mes de abril, se conmemora el Día Internacional del Perro Guía para Ciegos, un día para aplaudir la labor que realizan al encontrar a su binomio canino.
La presidenta del patronato de la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía Para Ciegos I.A.P., Silvia Lozada Badillo, platica que un perro guía es los ojos de una persona con discapacidad visual y una herramienta muy importante para el día a día: “Ha sido una bendición, yo tuve a mi primer perro guía cuando tenía 19 años, el primer día que tuve a mi perrito sentí la libertad que tiene cualquier persona, uno puede caminar muy a prisa, desviar los obstáculos, se adquiere confianza y seguridad”.

La también fundadora de la primera Escuela de Perros Guía en México y América Latina relata que para ella, el tener una discapacidad visual no la detuvo sino que todo lo contrario, la impulsó a crear el espacio y ha sido una experiencia extraordinaria pertenecer a un binomio canino: “A lo largo de mi vida pude ir a la universidad, luego fundar la escuela de perros guía, formar una familia, criar a mis hijos, ahora tener nietos y en todo siempre me ha acompañado un perro guía”.
El lugar de entrenamiento es una institución de asistencia privada que se encarga de criar, educar, entrenar y donar perros guía para ciegos, así como brindar rehabilitación inclusiva a personas con discapacidad visual.
“Somos una institución de asistencia privada, nuestra misión es contribuir al bienestar, independencia, movilidad y autoestima de las personas con discapacidad visual por medio de dos programas: la rehabilitación inclusiva y la donación de perros guía. Los perros guía que nosotros entrenamos son de raza labrador o golden retriver, son perritos que generalmente proceden de nuestra propia crianza y además pasan por varias etapas en su proceso para llegar a ser guías”, explica.

Lamentablemente enfrentan una situación económica complicada y la permanecía de la institución está en riesgo, por lo que solicitan el apoyo de la sociedad civil a través de donaciones o con el plan para apadrinar un futuro perro guía desde cachorro o hasta perros guía trabajando, el que sea de tu elección.
Lozada Badillo detalla que tiene sentimientos encontrados: “Me siento contenta de haberla creado [la escuela]), de haber graduado ya muchos binomios, de haber contribuido a la rehabilitación y autonomía de muchas personas ciegas, pero impotente de que no tenemos la respuesta en la donación de fondos para que la escuela sea sustentable, creo que México tiene muchísimos millones de personas que pueden ayudar con un apoyo mensual a la causa, hago un llamado para que visiten nuestra página www.perrosguia.org.mx y colaboren con esta noble causa”.
A la fecha se han rehabilitado a más de 250 personas con discapacidad y a sus familias, formando 142 binomios (personas ciegas-perros guía) y siguen trabajando porque la demanda de perros guía va en aumento.

El entrenador junior en la Escuela de Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos IAP, Josué Rivera, platica que educar a un perro de servicio no es complicado: “Es enseñarle al perro a jugar, aquí es muy importante que los perros sean alegres, latosos, juguetones, porque ellos sí trabajan, pero lo hacen jugando, tú los motivas para que hagan algo, para que lleguen a una esquina, para que se paren, que le avisen al usuario que hay algo enfrente y como ellos llevan una recompensa que es una caricia o un bien hecho, el perro se motiva. Es más difícil crear conciencia en las personas de lo que es un perro guía, a qué el perro aprenda a trabajar al lado de una persona ciega”, subraya.
Aclara que a los perros no se les maltrata ni se les explota, simplemente se les educa para que den una función diferente, no sólo ser mascotas: “Entrenamos en positivo, cada vez que el perro hace algo bien lo premiamos, entonces necesitamos que el perro se sienta querido y útil. Las personas que piensan que al perro se le maltrata por estar trabajando, no es así, el perro tiene horas de comida, de juego, de trabajo, de esparcimiento; el perro es un perro muy sano, es un perro que nunca va a atacar, es un perro muy cuidado”, explica Rivera.

El artículo 58 de La Ley Federal del Protección a los Derechos del Consumidor y la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad establecen que ningún proveedor de bienes o servicios puede negar el acceso a personas; los binomios caninos son equipos invaluables que puede entrar a cines, restaurantes, aviones, escuelas, bibliotecas y a cualquier sitio acompañado por su usuario, quien lleva una vida normal día a día.
Para quienes vean un perro guía en la calle, no le hablen, no lo acaricien, no intenten jugar con él, mucho menos le den comida porque los distraen y pueden poner en riesgo a la persona con discapacidad, y ellos se encuentran trabajando.