Por José Luis Simón
Ciudad de México, 24 may. (AMEXI).- Uno de los escenarios donde viven los deportistas la mayor de las alegrías y felicidades, se derraman lágrimas y hasta se manifiestan protestas, es en podio y el de los Juegos Olímpicos París 2024 es uno de los más bellos y hermosos.
El Comité Organizador de París 2024 hizo la presentación del podio que es en color gris para no opacar o eclipsar los uniformes de los deportistas en las 329 ceremonias durante los Juegos Olímpicos y las 549 en los Paralímpicos.
La Torre Eiffel, símbolo y sinónimo de la Ciudad Luz, es la inspiración del podio, al presentar bordes que asemejan la estructura metálica y que en este caso va de forma horizontal.
Su material es de madera y plástico cien por ciento reciclados, bajo el diseño de Joachim Roncin, quien dedicó horas y días a la contemplación de la Torre Eiffel hasta llegar a la inspiración y finalización del modelo.
Para ello se reciclaron 40 toneladas de plástico, todo ello recolectado en territorio francés, así como la madera para la construcción de los podios.
Un podio para todos
El podio, se puede decir, es como un rompecabezas armado por módulos para la formación del más pequeño que es de cuatro metros, a donde ascenderán los atletas para las pruebas individuales.
A su vez, el más largo es de 33 metros, es para la entrega de preseas de los torneos de futbol femenil y varonil.
Sobre el podio viven los atletas uno de los momentos más sublimes, donde los envuelve un torrente de emociones, porque al recibir la medalla de oro, plata y bronce llegan hasta las lágrimas.
Ello, por todo el significado que tiene la presea para su persona, sus familias y su país, y también porque ven izar su respectiva bandera nacional y el ganador de la presea dorada tiene la dicha de escuchar el himno nacional de su patria.
Es ahí, donde embelesados por las notas de su himno, es cuando empiezan sus lágrimas a rodar como perlas sobre su rostro, y por eso el podio es uno de los lugares más simbólicos del olimpismo.
Jesse Owens y su triunfo en el podio
También es el escenario donde se agrandó la protesta del histórico atleta estadunidense Jesse Owens, quien durante los Juegos Olímpicos Berlín 1936, atestó un duro golpe a la propaganda de Adolfo Hitler y su teoría de la raza aria como la más prodigiosa en el mundo.
Owens, de piel negra, ganó medallas de oro en los 100 y 200 metros planos, en el relevo 4×100 y en salto de longitud.
En esta última, el atleta local Lutz Long, de tez blanca, le aconsejó cómo saltar, después de dos faltas cometidas y con la tercera quedaría eliminado, y gracias a esa hermandad triunfó el afroamericano.
Durante la ceremonia de premiación, Jesse Owens subió a lo más alto del podio y sus triunfos fueron una dura protesta en contra de la propaganda hitleriana.
México 1968
También sobre el podio, en los Juegos Olímpicos México 1968, se dio la protesta de los afroamericanos Tommie Smith, ganador de la medalla de oro, y John Carlos, de bronce, en los 200 metros planos, en el Estadio de Ciudad Universitaria.
Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos fue en México 1968 cuando la televisión transmitió a nivel mundial las acciones de las competencias y el mundo pudo ver como Smith y Carlos levantaron su puño derecho e izquierdo enguantados de color negro.
Así se pronunciaron en apoyo a la lucha de igualdad de derechos de los negros ante los blancos en su patria.
Sobre un podio olímpico aterrizan todas las razas, credos y preferencias políticas y luchas sociales.