Washington, 29 May (AMEXI).- Más de mil niños y niñas de comunidades indígenas estadounidenses fueron abusados física, sexual y emocionalmente por sacerdotes y monjas que operaban internados católicos en distintas partes de Estados Unidos, adonde el gobierno envió a los jóvenes, reveló hoy The Washington Post.
La mayoría de los abusos ocurrieron en las décadas de 1950 y 1960, y al menos 122 sacerdotes, monjas y seminaristas que trabajaron en los internados desde finales del siglo XIX y hasta al menos los años 70, fueron acusados de ser responsables de los abusos a niños y niñas nativos o indoamericanos.
Los abusos «constituyen una escena nacional del crimen (…), cometieron esos crímenes bajo sus capas» y mantos, dijo al Post Deborah Parker, ciudadana de la tribu Tulalip y ejecutiva en jefe de la Coalición para la Cura de Nativos Americanos en Internados. «Lo hacían en nombre de Dios», acotó.
Los abusos a las comunidades nativas preceden por décadas las revelaciones, a principios del siglo XXI, sobre los abusos de miles de menores en Estados Unidos y otros países a manos de sacerdotes de la Iglesia Católica, y esos escándalos alentó a los nativoamericanos a denunciar los abusos que han padecido sus comunidades.
Exclusive: For decades, Catholic priests raped or molested Native American children who were taken from their homes by the U.S. government and forced to live at remote boarding schools, a Post investigation found. https://t.co/FQqcpKOSob
— The Washington Post (@washingtonpost) May 29, 2024
La investigación del diario incluyó a 22 escuelas en media docena de estados en el país, adonde el gobierno envió a los niños y niñas, arrancándolos de sus familias, en un «intento por exterminar» a estas comunidades estadounidenses, como ocurrió con el llamado «genocidio cultural» que los canadienses hicieron con sus grupos indígenas.
Pero, a diferencia de las acusaciones y procesos judiciales en Canadá, donde el gobierno ha resarcido financieramente a miles de sobrevivientes, en Estados Unidos los esfuerzos apenas empiezan.
Líderes de las comunidades nativas e indígenas estadounidenses han pedido a la iglesia católica que libere la documentación que tiene respecto a quejas, ubicación de los responsables y los internados en los que ocurrieron los abusos, sin éxito hasta ahora, al igual que su petición a la Casa Blanca de una «disculpa presidencial».
Alaska, Nuevo Mexico, Montana, Idaho, Wyoming, Kansas, Oregon, Dakota del Sur y Washington, son algunos de los estados que bajo instrucción del gobierno y con la colaboración de la Iglesia Católica, en su mayoría jesuitas y franciscanos, operaban los internados.
La investigación del Post se sustentó en analizar la historia laboral de monjas y sacerdotes dadas a conocer por entidades católicas, centradas en «quejas creíbles de abuso sexual». Con esas listas, los reporteros cotejaron aquellos religiosos que trabajaron en internados indígenas, revisaron juicios e historias orales de víctimas.






