Ciudad de México, 17 jun. (AMEXI).- La sobreprotección infantil tiene efectos negativos, entre ellos la falta de autonomía y afectación en la autoestima de los menores, además de miedo excesivo, necesidad de aprobación, baja motivación, falta de empatía, conductas antisociales, egocentrismo, altos niveles de estrés e intolerancia a la frustración.
Así lo alertó la académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, Mariana Gutiérrez Lara, quien precisó que ese proceder está vinculado al estrés de los padres o cuidadores.
Dijo que el estado emocional de los padres hace diferente el vínculo con cada hija o hijo. Aunque tengamos dos, tres o 10, la relación con cada uno es particular, ello depende de cómo esté emocionalmente el progenitor.
En la conferencia titulada “Sobreprotección: un lazo que aprieta tanto que inmoviliza”, la experta en psicología educativa y del desarrollo explicó que un padre estresado no tiene la misma disposición para pensar cuáles son los requerimientos de sus descendientes y la relación con ellos se torna compleja.
Por ejemplo, se ha encontrado en literatura de la disciplina psicológica que altos niveles de estrés en los padres de familia generan maltrato porque hay demasiada intolerancia, pero también sobreprotección, debido a que en ocasiones tienen tanto miedo de lo que ocurre a su alrededor al identificar gran cantidad de amenazas.
Ello implica un control exagerado en los menores limitando sus acciones de exploración del mundo, lo que podría generarles emociones negativas, restringiendo en gran medida su desarrollo con consecuencias a corto, mediano y largo plazos.
“A quienes reproducen una preocupación excesiva se les denomina hiperpadres o padres helicóptero, es decir, ‘sobrevuelan’ constantemente sobre las decisiones y actitudes de los hijos.
“Ello está vinculado al estrés y a una crianza enfocada al dominio y a la protección excesiva, lo que limita la capacidad creativa y la libertad que deben tener los infantes para desplegar las habilidades que posteriormente necesitarán”, indicó.
Dijo que este tipo de padres buscan evitarles a los hijos un sentimiento de frustración para impedir su malestar; les proporcionan todas las cosas materiales que desean, consintiéndolos e intentando sentirse queridos por ellos a partir de estas acciones, agregó.