Ciudad de México, 15 jul (AMEXI).- Mario Vargas Llosa nunca se imaginó ser perseguido por la prensa para hablar de su vida personal, lo cual ha sido inevitable, tras su ruptura con la socialité Isabel Preysler.
Desde su llegada a Madrid, el escritor 88 años ha sido seguido por la prensa, con la intención de saber detalles de la relación con su ex, pese a que a este viaje de trabajo lo ha acompañado su familia y su ex Patricia.
Por lo que sus hijos han intentado evitar a los reporteros, pues no desean que el escritor se sobresalte y este tan expuesto a las constante preguntas incómodas sobre su vida personal.
A lo que se sumado, que el intelectual a estado delicado de salud en los últimos meses y según fuentes cercanas, su familia está preocupada, lo que explica la actitud de su hijo Álvaro Llosa y sus hermanos.
Ha dejado de escribir, aunque hace una vida normal y se vale por sí mismo, pero, ha bajado su ritmo, a fin de evitar complicaciones médicas.

Se refugia en Grecia
Hay que recordar que a su llegada a Madrid la prensa le preguntó por su ex Isabel Preysler y sí tenía contacto con ella, a lo que respondió que sí, lo que despertó más preguntas y cuestionamientos que se han quedado en el tintero, pues ya no ha querido hablar.
Además de que se sabía que no han cruzado palabra desde el 2022, año en que hicieron oficial su separación.
Ante esta situación y para evitar más polémica el escritor y su familia, incluida su exmujer Patricia Llosa han decidido pasar parte del verano en una isla de Grecia.
La familia fue vista en el aeropuerto de Madrid antes de salir a Grecia y será hasta finales mes cuando regresen a España para estar ahí unos días y posteriormente regresar a Lima.

El Premio Nobel tiene la intención de pasar una temporada en su domicilio de Perú, donde tiene a sus médicos de cabecera. Sin embargo, los profesionales que cuidan de su salud también están en otras ciudades como Madrid y Nueva York, dos lugares, donde se siente como en casa, por lo que también tiene propiedades en esos lugares.